La reciente decisión del Ejecutivo de apartar a Florencia Misrahi de su cargo como titular de ARCA (ex AFIP) y reemplazarla por Juan Pazo, un economista de confianza del ministro de Economía, Luis Caputo, marca un paso significativo en el fortalecimiento del poder del titular del Palacio de Hacienda dentro del Gobierno. Pazo, quien previamente se desempeñaba como secretario coordinador de Producción, tiene una larga trayectoria vinculada a Caputo, con quien ya había trabajado en el pasado bajo la gestión de Mauricio Macri.

La salida de Misrahi, que había generado tensiones dentro del Gobierno debido a temas como la resolución sobre el pago de impuestos de influencers y youtubers, además de su elevado salario, deja un vacío en ARCA que Pazo ocupará. Este cambio se produce en un momento clave, luego de la designación de nuevos funcionarios para la Dirección General Impositiva (DGI), Andrés Vázquez, y la Aduana, José Velis, lo que refleja una reestructuración dentro del sistema tributario y de aduanas.

Por su parte, el cargo dejado por Pazo en la Cancillería será ocupado por Pablo Quirno, otro funcionario de confianza de Caputo. Quirno, quien fue jefe de Gabinete de Caputo cuando éste dirigía la cartera de Finanzas, es considerado uno de los hombres más cercanos al ministro. A pesar de haber sido inicialmente considerado para presidir el Banco Central, finalmente asumirá como secretario de Relaciones Económicas Internacionales, un rol clave para abordar la relación comercial con China, uno de los mayores desafíos que tendrá que enfrentar en su nuevo puesto.

Con estos cambios, Caputo continúa consolidando su influencia dentro del Gobierno, alineando a varios de sus colaboradores más cercanos en posiciones estratégicas. Queda por definir quién ocupará el cargo de Quirno en la Secretaría de Finanzas, aunque por ahora se mantiene el hermetismo sobre los posibles nombres que podrían asumir esta responsabilidad.