Apoco más de dos semanas para la asunción de Javier Milei, el gobierno de Alberto Fernández continúa reforzando el cepo cambiario. Es que, a partir de este viernes, quiénes accedan a un crédito hipotecario en pesos no podrán acceder al dólar oficial, libre de impuestos.
Así lo detalló la Comunicación "A" 7895 publicada por el Banco Central, a cargo de Miguel Ángel Pesce. A partir de ésta se suspendió el punto 3.9 de las normas de “Exterior y cambios”, que reglamentaba el acceso al mercado de cambios para la compra de dólares "por parte de personas humanas residentes en el país si esas divisas se aplicaban en forma simultánea a adquirir inmuebles en el país a partir de préstamos hipotecarios otorgados por entidades financieras locales".
Es que, previa a esta disposición, era posible adquirir hasta U$S100.000 a partir de los ingresos de este tipo de herramientas, con cada vez menos oferta, para la compra de un inmueble, en un mercado que está en su totalidad dolarizado.
En dichos casos, se podía comprar el minorista, que cotiza a $375, sin la necesidad, incluso, de tener que sufrir la aplicación de los recargos por el Impuesto PAIS (del 30%), el que es a cuenta del Impuesto a las Ganancias (del 100%) y a cuenta de Bienes Personales (del 25%), como sí sucede con la compra de dólares para el ahorro personal, actualmente a $950.
La única condición para hacerlo era que "sean destinados a una vivienda única, familiar y de ocupación permanente”, según expresa una resolución relacionada por parte de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Esta disposición del BCRA toma lugar en medio de una sangría de reservas por parte del organismo, que intenta evitar la salida de divisas en medio de la transición electoral y a pocos días del traspaso de mando.
A su vez, acontece luego de que, este jueves, el Gobierno Nacional elevara las percepciones impositivas en el dólar ahorro y tarjeta.
A través de la Resolución 5450/2023, publicada en el Boletín Oficial, la percepción de adelanto de ganancias se incrementó al 100%, dejando atrás el viejo régimen que tenía como cifra conceptual el 45% de éste.
De esta forma, el recargo que aplica en las operaciones con el oficial alcanza el 125%. A lo que hay que agregarle, asimismo, el 30% del Impuesto PAIS, lo que lleva a un peso impositivo sobre la divisa norteamericana del 155%.
“Las percepciones practicadas tendrán, para los sujetos pasibles, el carácter de impuesto ingresado y serán computables, según sea el caso, en las declaraciones juradas anuales del Impuesto a las Ganancias o del Impuesto sobre los Bienes Personales, correspondientes al primer período fiscal posterior a aquel en el cual se practicaron las mismas”, detalla la disposición.
