El consumo en supermercados creció en abril por segundo mes consecutivo y alcanzó su mejor nivel desde la asunción de Javier Milei como presidente. Así lo informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), al señalar que las ventas en estos establecimientos aumentaron un 0,5% mensual en términos desestacionalizados.
En la comparación interanual, las ventas crecieron un 8,9%, aunque se parte de una base muy baja tras un marcado retroceso en 2023. El 97,3% de las operaciones se realizaron de manera presencial, mientras que las ventas virtuales representaron solo un 2,7% del total.
Entre los medios de pago, se destacó un fuerte crecimiento de los "otros medios", principalmente pagos con QR, que ya superan el 10% de las transacciones totales. También subieron las compras con tarjeta de crédito, mientras que el uso de débito y efectivo mostró una leve caída.
Por categoría de productos, lideraron las subas anuales el consumo de carnes, alimentos preparados y rotisería, panificados e indumentaria. En cambio, se registraron bajas en artículos de limpieza y perfumería.
Mayoristas en baja, shoppings en alza
En contraste con los supermercados, las ventas en autoservicios mayoristas cayeron un 3,2% mensual y un 2,9% interanual. Allí, los pagos alternativos (como QR) explican casi un 30% del consumo y fueron los únicos que crecieron.
En estos comercios, solo aumentaron en términos reales los rubros indumentaria y carnes, mientras que se registraron fuertes caídas en frutas, verduras y lácteos.
Por su parte, las ventas en shoppings mostraron un crecimiento interanual del 19,2% a precios constantes. Sin embargo, al comparar con 2023, la situación es distinta: en abril, los shoppings acumulan una caída del 1,8%, los supermercados del 9,3%, y los mayoristas del 17,7%.
A pesar de este panorama, el empleo formal en el sector comercial mostró un crecimiento del 4,4% en el último año.
El economista Daniel Schteingart, director de Planificación Productiva de Fundar, interpretó que parte de este movimiento podría explicarse por un aumento en el consumo de bienes durables (como autos, motos y electrodomésticos), y por un cambio de hábitos en el consumo alimentario, que se estaría trasladando de los supermercados a canales alternativos como el delivery, las dietéticas y los alimentos preparados.