El Gobierno confirmó que continuará con el esquema actual de subsidios a las tarifas de luz y gas al menos hasta abril de 2024, según anunció la secretaria de Energía, María Tettamanti. La funcionaria indicó que ya se está trabajando en un nuevo régimen tarifario que será "focalizado", similar a una tarifa social, para garantizar que los beneficios lleguen a quienes realmente los necesitan.
Desde 2022 rige un sistema de segmentación de subsidios según niveles de ingresos: N1 para altos, N3 para medios y N2 para bajos. Aunque la gestión de Javier Milei comenzó a reducir parcialmente estas subvenciones, el objetivo es eliminarlas por completo en el futuro. Sin embargo, la urgencia por evitar cortes masivos en verano y la reciente reestructuración en el área energética obligaron a postergar la implementación del nuevo esquema.
Tettamanti explicó que el plan en desarrollo busca implementar un bloque subsidiado de consumo para fomentar un uso eficiente de la energía. "Queremos que haya un bloque mínimo subsidiado y, a partir de ahí, reflejar el costo real de producción, transporte y distribución en las tarifas", señaló.
La funcionaria también destacó la importancia de ajustar las tarifas a las necesidades climáticas de cada región. Mientras que en el caso del gas natural ya existe una segmentación por geografía, en la energía eléctrica aún debe implementarse.
Revisión Tarifaria Integral (RTI)
En paralelo, el Gobierno prorrogó por seis meses la emergencia energética y extendió hasta julio el plazo para completar la Revisión Tarifaria Integral (RTI), que definirá las inversiones y ajustes tarifarios para los próximos cinco años. Tettamanti adelantó que trabaja en este proceso junto a Osvaldo Rolando, nuevo interventor del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE).
El objetivo, según Tettamanti, es establecer tarifas justas que cubran los costos operativos y garanticen una rentabilidad razonable para las empresas de energía. La RTI podría implementarse de manera gradual, dependiendo de los plazos técnicos y las negociaciones con las empresas distribuidoras y generadoras.
Cambios en las tarifas y desafíos
Si bien el Gobierno logró implementar ajustes en las tarifas de luz y gas sin mayores conflictos sociales, los próximos pasos dependerán de la capacidad de transición hacia un esquema que combine eliminación de subsidios, equilibrio fiscal y sostenibilidad del servicio. Según cálculos oficiales, los usuarios hoy cubren hasta un 80% del costo real de las tarifas energéticas, pero el nuevo esquema buscará reducir aún más el déficit fiscal y la inflación.
El anuncio pone de manifiesto la complejidad de reformar el sistema energético en un contexto de alta sensibilidad social y financiera, en el que el acceso a servicios básicos debe equilibrarse con la necesidad de corregir distorsiones económicas estructurales.