El Gobierno nacional oficializó este viernes, mediante el decreto 439 publicado en el Boletín Oficial, la prórroga de las retenciones reducidas al trigo y la cebada hasta el 31 de marzo de 2026, con una alícuota del 9,5%. La decisión, anticipada por el ministro de Economía Luis Caputo, busca "garantizar la eficacia en su exportación".
En paralelo, se confirmó que a partir del 1° de julio aumentarán las alícuotas para los principales cultivos de la cosecha gruesa, lo que generó preocupación entre las entidades del sector agropecuario.
Según la normativa, los exportadores de trigo y cebada deberán liquidar al menos el 90% de las divisas en un plazo de hasta 30 días hábiles tras presentar la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE), ya sea mediante cobros, anticipos, prefinanciación o postfinanciación externa. El plazo se extendió desde los 15 días anteriores, y el porcentaje de liquidación se redujo del 95% al 90%, con el objetivo de garantizar el flujo exportador, indicaron desde la Secretaría de Agricultura.
En contrapartida, los derechos de exportación para la soja y sus derivados pasarán del 26% al 33%, mientras que para el maíz y el sorgo subirán del 9,5% al 12%. En tanto, el girasol regresará a una retención del 7%, luego de haber estado temporalmente en 5,5%.
Desde el mercado estiman que la medida podría generar un adelantamiento en las declaraciones de ventas. "Los exportadores pueden asegurar las actuales retenciones registrando una DJVE antes del 1° de julio y luego cuentan con hasta 15 días hábiles para ingresar el 95% de las divisas. Por eso, es probable que la liquidación del agro se mantenga elevada, al menos hasta el 23 de julio", señaló la consultora PPI en su informe diario.
Así quedarán las alícuotas desde el 1° de julio:
Trigo y cebada: se mantiene en 9,5% (hasta marzo de 2026)
Soja: sube del 26% al 33%
Maíz: sube del 9,5% al 12%
Sorgo: sube del 9,5% al 12%
Girasol: sube del 5,5% al 7%
Las reacciones del campo no se hicieron esperar. Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) publicó un comunicado donde advirtió que "el agro responde con producción, pero necesita condiciones claras". Por su parte, Coninagro expresó su "suma preocupación" por el impacto negativo que tendrá el fin de la rebaja en soja y maíz, señalando que esto "profundiza la desigualdad en el campo".