El peso argentino lidera el ranking global de apreciación monetaria en 2024
De acuerdo a un estudio privado, el peso argentino amplió a la lira turca que se revalorizó al 16,5% en el mismo período. Por otro lado, Brasil se devaluó con fuerza. ¿Es competitiva la moneda local?

El peso argentino se ha convertido en la moneda con mejor desempeño global en los primeros diez meses de 2024, alcanzando una apreciación del 40,1%. Según un informe de GMA Capital basado en datos del Bank for International Settlements (BIS), este resultado posiciona al peso por encima de otras monedas importantes, reflejando un impacto notable del esquema cambiario vigente en el país.

 

El ranking de monedas: Argentina a la cabeza

 

El peso argentino lidera el ranking global, superando a la lira turca, que se apreció un 16,5%, y a las monedas de Malasia, Sudáfrica y Tailandia, que completan los cinco primeros lugares. Por otro lado, en el extremo opuesto, las monedas más depreciadas incluyen el real brasileño, con una devaluación cercana al 13%, y las divisas de México, Hungría, Corea del Sur, Suecia, Colombia, Chile, Filipinas, Japón y Chequia.

Este desempeño destaca la singularidad del peso argentino en un contexto global, pero también pone de relieve desafíos significativos para la economía nacional.

 

¿Qué explica la apreciación del peso argentino?

 

La notable apreciación del peso se debe principalmente al esquema cambiario implementado por el gobierno argentino, caracterizado por un estricto control de cambios y un ritmo de devaluación mensual del 2%. Sin embargo, esta política contrasta con la inflación medida por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que ha registrado niveles mucho más altos a lo largo del año.

Este modelo ha llevado el tipo de cambio real multilateral (TCRM), una medida de la competitividad del precio de la economía, a niveles mínimos desde 2015, acercándose a valores observados en 2001. Aunque esta estrategia ha permitido estabilizar el peso en el corto plazo, las implicaciones para el sector externo y la sostenibilidad económica generan inquietudes.

 

Competitividad del tipo de cambio: ¿realidad o espejismo?

 

A pesar de la fortaleza del peso, el informe de GMA Capital señala que la competitividad del tipo de cambio argentino es limitada. Una de las razones clave es el costo laboral medido en dólares, que se ubica en niveles similares al bienio 2008-2009, con un salario promedio en torno a los u$s1.100 al tipo de cambio mayorista. Sin embargo, estos valores están lejos de los picos registrados entre 2013 y 2015, cuando el salario promedio superó los u$s2.000.

Además, el gobierno avanza con una agenda de reformas estructurales, como la reducción del gasto público y la desregulación económica, que podrían contribuir a mantener un tipo de cambio apreciado sin comprometer la sostenibilidad a largo plazo.

 

Perspectivas y desafíos para el mercado externo

 

El fortalecimiento del peso plantea desafíos para el sector externo. En septiembre de 2024, el saldo de la cuenta corriente cambiaria registró un déficit de 700 millones de dólares, acumulando una salida de divisas de 3.636 millones en el tercer trimestre. Esta situación refleja una pérdida de competitividad en las exportaciones y una presión creciente sobre las reservas internacionales.

El tipo de cambio real es un indicador clave, pero otros factores, como la estructura de costos empresariales y la agenda de reformas, serán determinantes para evaluar el futuro de la economía argentina.