Estudio revela que las familias argentinas comen más calorías pero menos nutrientes
Según un relevamiento del Centro de Almaceneros de Córdoba, los hogares sustituyen alimentos esenciales como frutas, verduras y lácteos por opciones de bajo costo y alto contenido calórico. El informe advierte sobre riesgos para la salud y reclama políticas públicas urgentes.

La crisis económica, marcada por la pérdida del poder adquisitivo, está modificando de manera profunda los hábitos alimentarios en la Argentina. Miles de familias reconfiguran sus dietas en función de lo que pueden pagar, aunque a costa de la calidad nutricional.

Así lo confirma un informe del Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (Ietse) del Centro de Almaceneros de Córdoba, basado en encuestas a 3.750 hogares de las 23 provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El análisis muestra una marcada brecha entre la dieta real y las recomendaciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

El estudio revela que el precio, la accesibilidad y la sustitución obligada de productos modelan una dieta caracterizada por excesos de harinas, panificados y azúcar, y déficits graves en frutas, verduras y lácteos.

Más calorías, menos nutrientes

En el rubro Carnes, más de la mitad del consumo corresponde al pollo fresco y sus subproductos, en detrimento de la carne vacuna, de mayor costo.

En Frutas y Verduras, el panorama es crítico: se registra un consumo muy por debajo de lo recomendado en frutas como la manzana y la banana. Solo la papa (+28%) y la cebolla (+48%) superan los niveles sugeridos, mientras que el tomate envasado aumentó un 140% como sustituto económico del fresco.

El segmento de Harinas y Legumbres evidencia un consumo excedente, concentrado en pan francés (57%) y fideos secos, lo que genera dietas densas en calorías pero pobres en fibra y micronutrientes.

En Lácteos, el déficit es marcado: la leche fluida cayó un 26%, el yogur un 44% y los quesos entre un 19% y 59%, según el tipo. Como compensación, el consumo de huevos creció un 51%, aunque sin aportar calcio ni otros nutrientes claves.

En Otros Alimentos, se destaca el exceso de azúcar, que representa el 30% del rubro y supera en un 45% lo recomendado. También aparece la yerba mate, con una fuerte presencia como sustituto de otros productos.

Riesgos sanitarios y alerta a las políticas públicas

El informe advierte que este patrón alimentario, dominado por productos baratos y de bajo valor nutricional, eleva el riesgo de obesidad infantil, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

"Existe una subalimentación en rubros críticos como frutas, verduras y lácteos, lo que compromete la ingesta adecuada de proteínas, vitaminas, minerales y fibras", señala el documento.

Los especialistas reclaman que los hallazgos constituyan una señal de alarma para el diseño de políticas públicas que fortalezcan el poder adquisitivo y garanticen el acceso a alimentos esenciales y nutritivos. Cerrar la brecha entre la dieta real y la recomendada es una condición indispensable para construir una población más sana", concluye el estudio.