La inflación general mostró poca variación entre un año y otro —2,4% en noviembre de 2024 y 2,5% en noviembre de 2025, según el INDEC—, pero el escenario cambió de forma radical. El dato interanual pasó de 166% a 31,4% y marcó un contexto de mayor estabilidad, aun con nominalidades similares.
En ese marco, el rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas dejó de ser el de menor variación mensual —apenas 0,9% en noviembre de 2024— para ubicarse entre los tres de mayor aumento un año después, con 2,8% a nivel nacional y picos superiores al 3% según la región.
Los alimentos que más aumentaron
La recomposición del rubro fue heterogénea, con los productos frescos a la cabeza. Frutas, verduras y cortes de carne —que un año antes habían impulsado la moderación— volvieron a ajustar por encima del promedio.
Entre los incrementos más fuertes de noviembre 2025 se destacaron:
- Limón: 30,4%
- Manzana deliciosa: 19,2%
- Zapallo anco: 14,8%
- Papa: 13,5%
- Asado: 13%
- Cebolla: 12,9%
- Nalga: 10,2%
- Lechuga: 10,1%
- Carne picada común: 9,5%
- Cuadril: 9,4%
En términos interanuales, los cortes de carne vacuna lideraron la inflación del rubro. El kilo de asado pasó de $7.523,73 en noviembre de 2024 a $13.304,75 un año después, un salto de 76,8%. Le siguieron el cuadril (75,9%), la nalga (73,7%) y la paleta (71,2%).
Pese al recalentamiento general, algunos productos estacionales mostraron bajas o variaciones casi nulas, como la cebolla (-1,5%), la batata (-6,7%), el zapallo anco (-18,9%) y la papa (-21,4%). Sin embargo, estas caídas no alcanzaron para frenar la aceleración del rubro.
Otros rubros: entre la desaceleración y la estabilidad
Además de los alimentos, otras divisiones del IPC mostraron movimientos relevantes:
- Vivienda, agua, electricidad, gas y combustibles: desaceleró de 4,5% a 3,4% interanual.
- Transporte: bajó levemente de 3,4% a 3%.
- Prendas de vestir y calzado: protagonizó la mayor baja, de 1,9% a apenas 0,5%, incluso con variaciones negativas en algunas regiones.
- Equipamiento y mantenimiento del hogar: moderó su avance de 1,5% a 1,1%.
Bienes y servicios: brecha más estrecha
En noviembre de 2024, la inflación estaba impulsada por los servicios, que habían subido 4,4% frente al 1,6% de los bienes. En 2025, aunque se mantuvo la misma lógica —2,9% contra 2,3%—, la brecha se redujo, señal de un entorno más estable y menos influido por precios regulados.
En la comparación interanual, los servicios crecieron 44,6% y los bienes 25,7%.
Convergencia regional
Otro contraste entre ambos noviembre fue la dispersión territorial.
En 2024, la Patagonia había marcado 3,3% mensual y el GBA 2,6%.
En 2025, las regiones mostraron mayor convergencia, con variaciones entre 2,3% y 2,8%.