La pobreza en Argentina cerró el 2024 en un 38,1% de la población, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Esta cifra representa una disminución considerable en comparación con el 52,9% registrado en el primer semestre de ese mismo año y una baja respecto al 41,7% que se reportó a fines de 2023.
Factores que impulsaron la reducción de la pobreza
La caída en la tasa de pobreza estuvo influida por varios factores clave. Entre ellos, la desaceleración de la inflación fue un elemento fundamental. Durante el primer semestre de 2024, la inflación alcanzó picos elevados, con incrementos mensuales de hasta el 4%. Sin embargo, la tendencia descendente en la segunda mitad del año llevó a una inflación del 2,7% en diciembre, lo que permitió una leve recuperación del poder adquisitivo.
Otro aspecto determinante fue el fortalecimiento de programas sociales por parte del Gobierno. La ampliación de la cobertura de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar ayudó a las familias más vulnerables a afrontar la crisis económica. Además, la recuperación económica general y la mejora en los salarios contribuyeron a reducir la cantidad de personas en situación de pobreza e indigencia.
Indigencia en Argentina: una mejora relativa
El informe del Indec también reflejó una baja en la indigencia, que se ubicó en un 8,2% a fines de 2024. Esto significa que una menor proporción de la población experimentó dificultades extremas para acceder a la canasta básica alimentaria. Esta reducción estuvo directamente vinculada a los programas sociales y a la desaceleración de los precios de los alimentos.
Proyecciones y estimaciones privadas
Antes de la publicación oficial del Indec, distintas estimaciones privadas ya anticipaban una caída de la pobreza. Por ejemplo, el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la UCA proyectaba una tasa de entre 38% y 39%, mientras que la Universidad Torcuato Di Tella estimaba un 36,8% para el segundo semestre del año.
Por su parte, el economista Leopoldo Tornarolli, del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas), afirmó que los datos de actividad económica sugieren que la pobreza en el segundo semestre de 2024 sería inferior al 40%, consolidando la tendencia de descenso observada desde el pico del primer semestre.
Comparación con períodos anteriores
El primer semestre de 2024 estuvo marcado por una crisis inflacionaria severa que llevó la pobreza al 52,9%, afectando a 24,9 millones de personas en el país. La desaceleración inflacionaria posterior permitió una mejora en la economía y el empleo, aunque todavía sin recuperar completamente el terreno perdido en años previos.