En una jornada marcada por la caída generalizada de los mercados internacionales, las acciones argentinas en Wall Street registraron subas destacadas, con alzas de hasta el 7% en algunos papeles. Este fenómeno contrasta con la tendencia bajista de los principales índices de Estados Unidos, como el Dow Jones, que cayó 1,3%, y el Nasdaq, que retrocedió 0,1%.
El movimiento positivo de los ADRs de empresas argentinas se da en un contexto de incertidumbre global, marcado por las tensiones comerciales entre Estados Unidos, Japón y China, declaraciones polémicas de Donald Trump, y señales de cautela por parte de la Reserva Federal (Fed) respecto a futuras bajas en las tasas de interés.
Vista Energy encabeza las subas tras la adquisición en Vaca Muerta
Entre las compañías argentinas más destacadas del día, Vista Energy lideró las ganancias con un avance del 6,9%, sumando una suba acumulada de 17,6% en dos jornadas. El impulso responde a la compra de la participación de Petronas en La Amarga Chica, un área clave dentro del desarrollo de shale oil en Vaca Muerta, por un valor de USD 1.340 millones.
También mostraron rendimientos positivos IRSA (+4,9%), Cresud (+3,6%) y Grupo Galicia (+3,2%), reflejando una renovada confianza en activos argentinos pese a la volatilidad externa.
Bonos soberanos argentinos también en alza: subas de hasta 9,5%
El mercado de bonos en dólares también mostró señales de fortaleza. Los títulos globales bajo ley extranjera subieron en promedio un 0,2% en la jornada y acumulan una ganancia del 3,7% en abril. Según expertos de Puente, los bonos GD41 y GD46 fueron los más favorecidos, con alzas de 9,5% y 9,2% respectivamente, mientras que los títulos bajo legislación local crecieron 8,4%.
Estos movimientos positivos reflejan una mejora en las expectativas sobre la economía argentina, impulsada por señales de disciplina fiscal y reformas estructurales.
Respaldo del FMI a la gestión Milei: crecimiento proyectado y baja en la pobreza
En el marco de las Reuniones de Primavera del FMI 2025, Kristalina Georgieva, directora del organismo, respaldó las políticas del gobierno argentino. Destacó que, tras un año 2024 de recesión, la Argentina logró controlar sus cuentas públicas y proyecta un crecimiento del 5% para 2025, con una inflación mensual en un dígito y una reducción de la pobreza del 50% al 40%.
Este respaldo institucional refuerza el atractivo de los activos argentinos para los inversores, incluso en un entorno internacional desafiante.
Panorama global: tensiones comerciales, tasas de interés y récord en el oro
A nivel internacional, la jornada estuvo marcada por la incertidumbre comercial. Donald Trump anunció una suspensión temporal de aranceles, excepto para China, a quien aplicó un aumento de hasta 145% en derechos de importación. China respondió elevando sus propios aranceles hasta un 125%, escalando las tensiones entre las potencias.
La Reserva Federal, por su parte, adoptó un tono cauto respecto a futuros recortes de tasas, mientras que el Banco Central Europeo recortó su tasa de referencia en 25 puntos básicos. En este contexto, el oro alcanzó un nuevo máximo histórico de USD 3.357,40 la onza, impulsado por su rol como activo refugio y la debilidad del dólar.
En cuanto a las materias primas energéticas, el petróleo mostró una suba del 3% en el precio del crudo ligero de Texas (USD 64,30) y un avance del 2,7% en el Brent (USD 67,62), un dato favorable para Argentina, que recientemente recuperó el superávit energético.
Señales positivas para los activos argentinos en un mar de incertidumbre global
El destacado desempeño de las acciones argentinas en Wall Street, junto con la suba sostenida de los bonos soberanos y el respaldo del FMI, marcan un giro esperanzador para los mercados financieros del país. Estos movimientos, impulsados por mejoras estructurales y señales de confianza internacional, abren una ventana de oportunidad para la atracción de capitales y el crecimiento económico.
En medio de un contexto global inestable, Argentina muestra signos de recuperación que podrían consolidarse si se mantienen la estabilidad macroeconómica y el impulso reformista. Los inversores deberán seguir atentos a la evolución de las políticas internas y a los vaivenes del escenario internacional, donde las tasas de interés, el comercio global y los precios de las materias primas seguirán siendo variables clave.