La coyuntura económica de Argentina sigue ejerciendo una presión significativa sobre las finanzas familiares, obligando a la mayoría de los hogares a implementar estrategias de austeridad cada vez más profundas. Según el último informe de la consultora Moiguer, correspondiente al cuarto trimestre de 2025, más del 60% de los argentinos se vio forzado a ajustar sus gastos cotidianos durante el último mes, un dato que subraya la persistencia de las restricciones económicas.
En concreto, el estudio revela que el 62% de los encuestados tuvo que reducir drásticamente partidas de su presupuesto diario. Aún más alarmante es el hecho de que la mitad de la población consultada (50%) reconoció quedarse sin liquidez o dinero disponible antes de que finalice el mes, lo que evidencia la tensión financiera que domina el día a día de millones de personas.
La paradoja de la esperanza y la deuda
La consultora Moiguer destacó una paradoja clave en el sentir de los argentinos: mientras el consumo se mantiene "restrictivo" y el escenario laboral "se complejiza", la esperanza en el futuro ha crecido significativamente. El porcentaje de personas con expectativas positivas sobre el porvenir aumentó del 33% en el tercer trimestre de 2025 al 42% en el cuarto trimestre. No obstante, las restricciones en el consumo también reflejaron un incremento leve, pasando del 35% al 37% en el mismo período, lo que sugiere que la esperanza coexiste con una realidad de fuerte contención económica.
Uno de los indicadores más resonantes del estudio es el nivel de endeudamiento de los hogares. Actualmente, un 57% de las familias se encuentra endeudado, lo que representa un crecimiento de siete puntos porcentuales en comparación con el primer trimestre del año. Esta cifra no solo demuestra la dificultad para cubrir los gastos corrientes con los ingresos mensuales, sino también la necesidad de recurrir a mecanismos de financiamiento para sostener el consumo básico o afrontar imprevistos.
La distribución de los ajustes
El informe de Moiguer desagrega cómo se materializó este ajuste dentro de los hogares argentinos, revelando diferentes niveles de restricción financiera.
Un 23% de los encuestados afirmó haber comenzado a recortar gastos recién en los últimos meses, evidenciando que el impacto de la crisis ha sido más reciente para este segmento.
Un 18% de los hogares se mantiene en un nivel de consumo considerado "bajo", sin margen real para realizar nuevas reducciones, lo que indica que ya operan en el límite de su capacidad financiera.
El segmento más afectado, con un 22%, afirmó que ya venía ajustado, pero tuvo que profundizar aún más los recortes en el último trimestre para lograr cubrir sus necesidades básicas y llegar a fin de mes.
Los rubros sacrificados y las prioridades innegociables
El estudio de la consultora detalla cuáles fueron las categorías de gastos que los argentinos sacrificaron o cancelaron con mayor frecuencia durante 2025. Los recortes se concentran principalmente en los rubros de ocio, comfort y consumo social, considerados los más flexibles dentro del presupuesto.
Los ajustes más significativos se observaron en:
Uso de taxi o aplicaciones de transporte: 70% de recorte.
Salidas y esparcimiento: 70% de recorte.
Bebidas alcohólicas: 69% de recorte.
Golosinas o chocolates: 69% de recorte.
Asado con amigos o familia: 67% de recorte.
Estos datos confirman que los argentinos están optando por reducir drásticamente actividades sociales fuera del hogar, la compra de "gustos" y el consumo de servicios de traslado costosos, reemplazándolos por opciones más económicas.
En contraste, ciertos rubros se mantuvieron o incluso incrementaron su gasto, reflejando su carácter de necesidad o su valor como reemplazo de gastos más caros. El uso de transporte público creció en el 67% de los casos, confirmando que se prioriza sobre taxis y aplicaciones. El gasto en uso de auto o moto propios también se incrementó en el 51% de los encuestados, probablemente por la necesidad de movilidad.
Interesantemente, actividades deportivas y servicios de streaming aumentaron en un 46%, lo que sugiere que estos servicios de bajo costo se mantienen como vías de escape y recreación frente a las caras salidas. El consumo de primeras marcas en alimentos, si bien se mantuvo o subió en el 36% de los casos, es el rubro de alimentos que mejor resiste la tendencia del recorte.
La mirada puesta en 2026
Pese al duro panorama actual y los altos índices de endeudamiento, el informe de Moiguer detecta un optimismo cauto de cara al 2026. A pocos días de iniciar el nuevo año, el 53% de los encuestados espera que su capacidad de compra se expanda. Este dato refleja una confianza latente en las políticas futuras o una expectativa de mejora económica personal, aunque la realidad del consumo y el endeudamiento muestren fuertes limitaciones en el presente.