El Gobierno nacional superó la primera revisión técnica del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que allana el camino para recibir un desembolso clave de US$2000 millones. El giro de fondos, previsto para fines de julio, podría representar un alivio significativo para el Banco Central en medio de un contexto de bajas reservas y creciente incertidumbre electoral.
La aprobación técnica fue confirmada este lunes por el propio FMI, que destacó el "sólido inicio" del programa acordado en abril. Aunque todavía falta la aprobación final del Directorio Ejecutivo del organismo, la señal técnica fue interpretada como un respaldo al rumbo económico adoptado por la administración de Javier Milei.
Qué dijo el FMI sobre el plan económico de Milei
El comunicado oficial del Fondo incluyó un balance positivo sobre las principales políticas aplicadas por el Gobierno. "El programa ha tenido un sólido comienzo, sustentado en la continua implementación de políticas macroeconómicas sólidas, incluyendo una sólida ancla fiscal y una postura monetaria estricta", indicó el organismo con sede en Washington.
El FMI también valoró la transición hacia un régimen cambiario más flexible y la eliminación progresiva de los controles sobre el mercado de cambios, afirmando que estas medidas se vienen desarrollando "de manera ordenada".
No obstante, advirtió sobre la necesidad de sumar reservas internacionales y continuar con las reformas estructurales para sostener la competitividad externa y reforzar la economía frente a shocks externos.
Cuáles son los próximos pasos y metas del acuerdo
El entendimiento técnico alcanzado permitirá a la Argentina acceder a US$2000 millones, equivalentes a 1529 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG), una vez que el directorio del FMI dé su aprobación formal a fines de julio.
De cumplirse ese paso, el Tesoro Nacional recibirá una inyección clave de divisas en plena cuenta regresiva para las elecciones del 7 de septiembre, cuando se celebrarán los comicios legislativos bonaerenses.
El acuerdo vigente entre Argentina y el FMI contempla metas fiscales y de acumulación de reservas. El Ejecutivo se comprometió a lograr un superávit primario del 1,6% del PBI en 2025, y en los primeros seis meses del año ya acumuló un 0,9%.
Las metas de reservas, sin embargo, no se vienen cumpliendo en su totalidad. Según el cronograma actualizado, Argentina debería alcanzar los siguientes niveles:
- 30 de septiembre de 2025: -0,6 mil millones de dólares
- 31 de diciembre de 2025: +4 mil millones de dólares
La meta inicial para el 13 de junio preveía un piso de -0,5 mil millones, pero esa revisión se aplazó, en parte por las tensiones del mercado cambiario y la menor liquidación de divisas.
Qué significa este desembolso para la economía argentina
La llegada de US$2000 millones del FMI, de concretarse, fortalecería las reservas del Banco Central, que actualmente enfrenta dificultades para sostener el tipo de cambio y atender la demanda de divisas por importaciones y atesoramiento.
Además, el giro daría una señal de confianza a los mercados financieros y podría contribuir a estabilizar el frente cambiario en los meses previos a las elecciones generales de octubre, un periodo históricamente volátil para la economía argentina.
Sin embargo, el FMI insiste en que la recuperación de la confianza será sostenible solo si se avanza en una acumulación consistente de reservas y en reformas que estimulen la productividad.
Con la revisión técnica superada, el Gobierno de Javier Milei logró un nuevo respaldo del FMI que le permitiría reforzar reservas en un momento político clave. El desembolso de US$2000 millones se perfila como un alivio financiero temporal, pero las exigencias de fondo persisten: mayor acumulación de divisas, disciplina fiscal y reformas estructurales. El desenlace será observado de cerca por los mercados, los votantes y los organismos multilaterales.