El Gobierno publicará este jueves el índice de inflación de enero, con expectativas de una desaceleración respecto al 2,7% de diciembre. Consultoras privadas estiman que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) podría ubicarse en torno al 2,3%, el nivel más bajo desde julio de 2020.
La expectativa oficial el que la inflación perfore rápidamente el 2 por ciento. El ministro de Economía Luis Caputo aseguró la semana pasada en una entrevista que hay posibilidades de que el índice de precios de febrero sea menor al 2%, una expectativa de desiflación más rápida de la que tiene el mercado. "Ojalá empiece en febrero con 1, el proceso de desinflación va a continuar, el orden macro va a continuar. El proceso es inevitable y esperamos que siga sorprendiendo", afirmó el funcionario.
Un nuevo esquema cambiario para controlar la inflación
El dato de enero será el último bajo el régimen de ajuste del dólar oficial al 2% mensual. Desde febrero, el Gobierno implementó una reducción en la actualización del tipo de cambio a un 1% mensual, buscando estabilizar los precios. Este cambio podría impactar en los bienes que representan el 65% de la canasta del IPC.
El ministro de Economía, Luis Caputo, expresó su optimismo al señalar que la inflación podría perforar el 2% en febrero, aunque las consultoras privadas mantienen proyecciones más moderadas.
Consultoras anticipan menor inflación en enero
Distintas firmas de análisis económico han proyectado una caída en el ritmo de aumento de precios lo que anticipa un IPC más leve que el 2,7% de diciembre.
Para Analytica, por caso, en la última semana de enero la variación de precios fue de 0,4% en los precios de alimentos y bebidas de Gran Buenos Aires. "De esta forma, el promedio de cuatro semanas es de 1,7%. Para el nivel general de precios proyectamos una suba mensual del 2,3% durante enero", mencionó esa consultora. "Las categorías con mayor aumento en el promedio de las últimas cuatro semanas son: pescados y mariscos (3,4%), frutas (3,1%) y aceites, grasas y manteca (2,5%)", detallaron y agregaron que las verduras tuvieron una baja nominal leve de 0,1 por ciento.
Equilibra, en tanto, concluyó que enero tuvo una inflación de 2,1 por ciento. "Luego de la fuerte suba en el precio de la carne registrado en diciembre, la inflación en Alimentos y bebidas no estacionales descendería a la zona de 2% en enero y la núcleo a 2,1%", dijo Gonzalo Carrera, economista de esa consultora. "Sumado a esto, la eliminación del impuesto PAIS ayudaría a que la desinflación continúe en el resto de los bienes (de hecho los bienes en su conjunto retornarían al 1,5% mensual, nivel de noviembre pasado). A su vez los servicios perforarían el piso del 4% por primera vez desde febrero de 2022″, concluyó.
Por su parte, Orlando J. Ferreres midió una suba de precios de 2,4% mensual. "En cuanto a los principales rubros, Alimentos y bebidas y Vivienda encabezaron las subas del mes, registrando alzas mensuales de 4,1% y 2,9% respectivamente, seguidos por Bienes Varios y Esparcimiento, que presentaron una variación de 2,7% y 2,2% respectivamente", aseguró OJF. "La medición núcleo, por su parte, arrojó una variación de 1,7% y en términos anuales registró una suba de 66,4 por ciento. En cuanto a los bienes y servicios estacionales, la variación registrada fue de 6,8% mensual, mientras que los Regulados subieron 2,4% mensual", afirmó esa consultora en un informe reciente.
Otra consultora que recogió un número muy bajo para enero fue C&T Asesores Económicos, que observó con su metodología y alcance (Gran Buenos Aires) un 2 por ciento. Con su propia medición, diciembre había sido 2,8 por ciento. "Esta tasa de inflación es la menor en los últimos 53 meses y la más baja para un mes de enero desde el 2018″, aseguró C&T. "En enero el componente de turismo lideró la suba, con 6,2% mensual, algo habitual por las vacaciones. Alimentos y bebidas promedió una suba de 1%, pese a una aceleración al inicio del mes, ya que por el contrario se registró una marcada desaceleración en las últimas dos semanas", detalló esa consultora. Por último, destacaron bajas en verduras, lácteos y huevos, y precios estables para las frutas. La carne, que había aumentado algo más de 8% en diciembre, pasó a tener incrementos de 2,3% promedio en enero.
En tanto, Libertad y Progreso también registró 2% de inflación para el primer mes del año, lo que daría un 84,3% interanual, y así perforaría los tres dígitos anuales por primera vez en dos años. "A comienzos de mes, la inflación mantuvo su tendencia a la desaceleración, con variaciones semanales en torno al 0,3 por ciento. Sin embargo, en la última semana de enero se vio una aceleración hasta un ritmo del 0,5%, impulsado principalmente por el rubro de alimentos, con fuerte incidencia de los aumentos en el precio de la carne", explicaron.
Por último, LCG listó una inflación semanal de 0,1% en la última semana de enero, en una medición que contempla alimentos y bebidas. "En consecuencia, la inflación promedio mensual se mantiene en 2 por ciento. Por su parte, la cantidad de productos sin variaciones de precios toca el 75% del total relevado, por encima del 70% promedio registrado en las últimas 4 semanas, dando cuenta de una mayor estabilidad de precios", concluyó.
Factores que explican la desaceleración
Uno de los principales factores que explican la reducción en la inflación es la estabilización de los precios de los alimentos. En enero, productos clave como lácteos, huevos y verduras mostraron disminuciones o estabilidad. Además, la menor volatilidad del dólar oficial contribuyó a reducir las presiones inflacionarias.
Sin embargo, persisten desafíos. El turismo fue uno de los sectores con mayores aumentos, con un alza del 6,2% mensual debido a la temporada de vacaciones. Además, la carne, que tuvo un incremento del 8% en diciembre, moderó su alza al 2,3% en enero.
¿Qué esperar para febrero?
La eliminación del impuesto PAIS y la estabilidad cambiaria podrían favorecer la continuidad del proceso de desinflación. No obstante, factores externos y ajustes tarifarios podrían generar nuevas presiones.
Si el IPC logra perforar el 2% en los próximos meses, Argentina podría consolidar una tendencia de menor inflación, clave para la recuperación del poder adquisitivo y la estabilidad macroeconómica.