La crisis habitacional en la Argentina muestra cifras alarmantes: una de cada tres familias vive en una vivienda inadecuada, según un informe elaborado por un grupo de organizaciones sociales que trabajan en la problemática. El estudio, realizado por Fundación Vivienda Digna, TECHO, Mujeres 2000, Módulo Sanitario y Hábitat para la Humanidad Argentina, advierte que la situación representa una vulneración sistemática de derechos humanos básicos.
"Las consecuencias son profundas: viviendas precarias, hacinamiento, falta de acceso a agua potable, baños, electricidad segura y un deterioro constante de la calidad de vida", detallaron las entidades en su informe conjunto. Además, remarcaron que la falta de un hábitat digno impacta directamente en la salud, la educación, la seguridad y el desarrollo integral de millones de personas.
Los datos expuestos dimensionan la gravedad del problema:
Más de 5 millones de personas viven en barrios populares, según el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP).
Seis millones de argentinos no tienen baño en su vivienda, de acuerdo con el Censo Nacional. Más de un millón viven en condiciones de hacinamiento crítico, según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec.
Qué implica una vivienda adecuada
Las organizaciones explicaron que la vivienda adecuada debe garantizar una serie de condiciones básicas:
Seguridad de la tenencia: las familias deben vivir sin temor a desalojos arbitrarios y contar con respaldo legal, ya sea en propiedad, alquiler o en comunidad.
Servicios disponibles: acceso sostenible al agua potable, saneamiento, energía eléctrica y manejo seguro de residuos.
Habitabilidad: condiciones físicas seguras, protección ante el clima, espacio suficiente y acceso a baño y agua.
Accesibilidad: viviendas habitables para personas con discapacidad, adultos mayores y niños.
Ubicación adecuada: cercanía a fuentes de trabajo, salud, educación, transporte y espacios públicos, evitando zonas de riesgo o contaminación.
Una plataforma para visibilizar la problemática
En el marco del Día Mundial del Hábitat, las organizaciones lanzaron "Conectando Hábitat", una plataforma digital que busca visibilizar la emergencia habitacional a través de historias de vida.
La propuesta utiliza inteligencia artificial para recrear personajes dramatizados basados en testimonios reales de familias que viven en condiciones de vulnerabilidad. Cada historia refleja las dificultades diarias que implica habitar una vivienda precaria, sin acceso a servicios esenciales.
"El objetivo es poner rostro y voz a quienes atraviesan esta crisis todos los días", señalaron las entidades impulsoras. Con este proyecto, las organizaciones buscan generar conciencia pública y promover políticas habitacionales sostenibles que garanticen el acceso a un techo digno como un derecho humano fundamental.
Día Mundial del Hábitat
El Día Mundial del Hábitat 2025 quiere enfocarse en el desafío de transformar una situación de crisis en una oportunidad para crear ciudades más inclusivas, sostenibles y cohesionadas. No basta con dar ayuda de emergencia; se trata de ofrecer soluciones a largo plazo que beneficien tanto a quienes llegan como a las comunidades que los reciben.
Las claves están en tres puntos: planificar ciudades que integren a todos, garantizar vivienda y servicios básicos para no alimentar más barrios marginales, y fortalecer el liderazgo de los alcaldes y gobiernos locales, que son quienes viven el problema de cerca. Con estas piezas, las ciudades pueden pasar de ser lugares de tensión a convertirse en motores de inclusión y oportunidades.