A casi siete décadas de su estreno original, El Zorro continúa demostrando que los grandes clásicos no pasan de moda. La emblemática serie protagonizada por Guy Williams sigue siendo una fuente de ingresos significativa para la televisión argentina y, en particular, para El Trece, que encontró en el héroe enmascarado un inesperado aliado en un contexto adverso para el rating y la pauta publicitaria.

En un año marcado por la caída del consumo, la fragmentación de las audiencias y la competencia de las plataformas digitales, la pantalla chica enfrenta uno de sus momentos más desafiantes. Sin embargo, en medio de este escenario poco alentador, la reposición diaria de El Zorro logró destacarse tanto en términos de audiencia como de facturación. El fenómeno no pasó inadvertido puertas adentro del canal ni entre los analistas del sector.

Según informó la periodista Marina Calabró en el programa Lape Club Social Informativo, y de acuerdo con datos posteriormente confirmados por la Agencia Noticias Argentinas, la serie alcanza una recaudación publicitaria cercana a los 108 millones de pesos por día. Una cifra que resulta más que significativa para una producción que no es estreno, no demanda inversión en rodajes ni grandes costos de producción, y que pertenece a un catálogo histórico.

La emisión de El Zorro se realiza de lunes a viernes, una regularidad que le permite al canal sostener un flujo constante de ingresos. De acuerdo con las estimaciones difundidas, esta frecuencia diaria se traduce en una ganancia anual de 17.391.069 dólares durante el año 2025, es decir, casi 17 millones y medio de dólares. Un monto que explica, en gran medida, por qué el personaje creado por Johnston McCulley sigue ocupando un lugar privilegiado en la programación de El Trece.

Pero el impacto del Zorro no se limita únicamente a lo económico. En materia de rating, la serie mantiene un desempeño sólido y competitivo. En más de una oportunidad logró imponerse en su franja horaria y, según los registros, nunca descendió por debajo del segundo lugar. Estos números refuerzan la idea de que el público continúa respondiendo favorablemente a contenidos clásicos, especialmente cuando se emiten en horarios estratégicos y con una audiencia fiel ya consolidada.

El éxito del ciclo también funciona como un alivio para las cuentas del canal, que atraviesa un período difícil junto a buena parte de la televisión abierta. En ese sentido, la sonrisa que el Zorro le dibujó a Adrián Suar —gerente de programación y figura clave de El Trece— no es solamente simbólica: se refleja en los balances y en la posibilidad de sostener otras apuestas dentro de la grilla.

Nada mal para una serie estrenada hace casi 70 años, que continúa vigente en el imaginario colectivo y demuestra que, en televisión, el paso del tiempo no siempre juega en contra. El Zorro, con su capa negra y su inconfundible marca, sigue cabalgando con éxito por la pantalla argentina y reafirma que los clásicos, cuando funcionan, también pueden ser grandes negocios.