La visita de Fabiola Yañez a La Noche de Mirtha dejó una de las entrevistas más tensas de la última temporada televisiva. Durante el programa emitido este sábado por El Trece, Mirtha Legrand volvió a poner sobre la mesa el episodio que marcó la agenda política y social durante la pandemia: la celebración por el cumpleaños de Yañez en la Quinta de Olivos, registrada en plena vigencia del aislamiento estricto.
Desde el inicio de la conversación, la diva dejó en claro que el tema sería inevitable. Legrand comenzó preguntando si el festejo había sido organizado por Yañez, quien negó haber sido la responsable directa. La conductora explicó entonces que buscaba claridad ante las múltiples versiones que aún circulan sobre lo sucedido. "Fabiola... yo te estoy ayudando para que confieses todo, eh. Porque la gente tiene versiones diversas", lanzó la legendaria presentadora, anticipando el tono que tendría el intercambio.
La tensión escaló cuando Mirtha recordó uno de los momentos más dolorosos de su vida personal: la muerte de su hermana melliza, Silvia "Goldie" Legrand, ocurrida en plena pandemia. Con voz firme y sin filtros, la conductora expuso: "Mi hermana gemela falleció en plena pandemia y yo la vi por televisión... vi cómo llevaba el ataúd en un carrito. No pude asistir". La frase funcionó como un golpe directo en el centro del debate público que desde 2020 rodea a la llamada "fiesta de Olivos".
Frente a ese señalamiento, Yañez respondió con un discurso que ya había expresado en ocasiones anteriores, pero que esta vez quedó atravesado por el contexto emocional que planteó Mirtha. "Yo no voy a cansarme jamás de pedirles disculpas a todos los argentinos. Sé que no se debió hacer. No fue un brindis que organicé yo, no fue una fiesta ni lo que se mostró", afirmó. La ex primera dama remarcó que no fue ella quien convocó a los asistentes y que, según su versión, muchos de los presentes formaban parte del equipo de trabajo habilitado para ingresar ese día.
Legrand no se conformó con la explicación y volvió sobre las imágenes que circularon en su momento. "Pero yo vi una foto con una copa en la mano, eh... se supone que estás brindando", replicó. La respuesta de Yañez buscó moderar el impacto: "No, fue una cena. Sé que no se podía. La mitad de la gente que estaba ahí trabajaba y tenía permiso de entrada y salida, así como los ministros de la Jefatura de Gabinete. Ese mismo día hubo una actividad y algunos se quedaron".
Mirtha insistió también en el rol del entonces presidente Alberto Fernández, cuya presencia en la fotografía viralizada fue un punto clave en la controversia. La conductora remarcó que en la imagen "se lo veía con una copa", reforzando la percepción de que se trató de un evento social prohibido por las normas vigentes. Yañez, por su parte, sostuvo que Fernández primero negó haber estado y luego modificó su versión, adjudicándole a ella la responsabilidad por la organización del encuentro.
"Yo sé que estuve en ese lugar y estuve mal. No me voy a cansar de pedir disculpas porque sé lo doloroso que fue y soy empática con lo que sucedió", reiteró Yañez, intentando cerrar el tema con un mensaje de arrepentimiento que, sin embargo, no pareció satisfacer del todo a la conductora.
El intercambio, que rápidamente se volvió viral en redes sociales, reactivó un debate que todavía genera sensibilidad en amplios sectores de la sociedad. La referencia de Mirtha a su experiencia personal —su imposibilidad de despedir a su hermana por las restricciones sanitarias— evidenció la distancia entre las normas que regían para la ciudadanía y el accionar de la entonces primera dama y su entorno.
A pocos meses de cumplirse cinco años del episodio, la entrevista volvió a exponer el impacto emocional y político que aquella noche de Olivos dejó en la memoria colectiva. Y, una vez más, fue Mirtha Legrand quien, desde su histórica mesa, puso en palabras un reclamo que aún persiste: la necesidad de explicaciones claras y responsabilidades asumidas.
