Wanda Nara volvió a quedar en el centro de la escena mediática, esta vez no por un escándalo televisivo ni por su vida personal, sino por una decisión comercial que rápidamente despertó controversia. La conductora y empresaria anunció a través de sus redes sociales la venta de parte de su ropa usada, una iniciativa que provocó fuertes reacciones entre sus seguidores debido a los altos precios de las prendas ofrecidas.
La propuesta fue presentada en su cuenta de Instagram, donde Wanda compartió historias promocionando su nuevo emprendimiento digital, denominado "Wanda Shop". Se trata de una tienda virtual en la que pone a la venta algunas de las piezas más exclusivas de su vestidor personal, pertenecientes a reconocidas marcas internacionales de lujo.
Según se desprende de la iniciativa, Nara decidió desprenderse de prendas que ya no utiliza, con la intención de darles una segunda vida a través de la reventa. Desde esa perspectiva, el proyecto se enmarca dentro de la llamada moda circular, una tendencia cada vez más extendida en la industria fashion que promueve la reutilización de indumentaria y un consumo más responsable, especialmente en el segmento del lujo.
De este modo, la conductora no solo convierte en negocio la ropa que tenía guardada sin uso, sino que también se alinea, al menos en lo conceptual, con una corriente que busca reducir el impacto ambiental del consumo masivo. Sin embargo, ese enfoque no fue suficiente para evitar la polémica: lo que más llamó la atención —y generó críticas— fueron los valores económicos asignados a las prendas.

Entre los artículos que más repercusión causaron se encuentra una polera blanca de la firma Balenciaga, descripta en el sitio como una prenda que combina "minimalismo y lujo contemporáneo". El precio publicado alcanza los 5 millones de pesos, una cifra que sorprendió a los usuarios, sobre todo si se tiene en cuenta que el valor original de la prenda nueva es de 4.290 dólares.
En la descripción del producto, Wanda detalla que se trata de una prenda de cuello alto y corte holgado, pensada para adaptarse tanto a looks urbanos como a combinaciones más sofisticadas. Además, se aclara que la blusa fue utilizada por la propia Nara durante su participación en el programa ¿Quién es la Máscara?, emitido por Telefe en 2022, un dato que refuerza el valor simbólico del artículo, aunque no logró apaciguar las críticas.
La tienda virtual también incluye otros productos llamativos, como una campera de cuero con brillos, que lleva estampada en la espalda la frase "Bad bitch", en referencia directa a uno de los temas musicales lanzados por la propia Wanda. Esa prenda supera el millón de pesos, consolidando la percepción de que los precios están muy por encima del alcance del público promedio.
Las reacciones en redes sociales no tardaron en multiplicarse. Mientras algunos seguidores defendieron la iniciativa como una forma legítima de negocio y una práctica habitual entre celebridades internacionales, otros cuestionaron duramente la decisión. "La Kim Kardashian argentina Wanda Nara vendiendo su ropa usada. La megamultimillonaria que puede vivir siete vidas sin laburar. Que lo done", escribió una usuaria en X (exTwitter), en un mensaje que fue replicado por cientos de usuarios.
Así, la venta de ropa usada de Wanda Nara abrió un nuevo debate en redes sobre el lujo, el consumo, la ostentación y los límites entre el negocio personal y la responsabilidad social de las figuras públicas.