Despedida de solteros: pasajeros quisieron abrir la puerta del avión en pleno vuelo
Un vuelo de Londres a Alicante se transformó en una pesadilla para sus ocupantes cuando un grupo visiblemente alcoholizado, desató el pánico al intentar abrir una puerta de emergencia en el aire, forzando un aterrizaje imprevisto en Toulouse.

La tranquilidad de un vuelo de Ryanair con destino a Alicante se vio abruptamente interrumpida el pasado viernes, cuando el comportamiento errático y peligroso de un grupo de pasajeros, quienes celebraban una despedida de soltero, obligó a la aeronave a realizar un aterrizaje de emergencia en Toulouse, Francia. El incidente, que generó momentos de terror entre la tripulación y los demás ocupantes, tuvo su punto cúlmine cuando uno de los hombres intentó abrir una puerta de emergencia en pleno vuelo.

El vuelo FR8425, que había partido desde Londres, comenzó a mostrar signos de descontrol incluso antes del despegue. Testigos presenciales relataron que el grupo exhibió una conducta disruptiva desde el embarque, moviéndose entre asientos e ignorando las indicaciones de seguridad. Una vez en el aire, la situación escaló drásticamente: gritos, discusiones y un consumo desmedido de alcohol se apoderaron de parte de la cabina.

 

El pánico en el cielo

El momento de mayor tensión se produjo cuando uno de los pasajeros alcoholizados, situado junto a una puerta de emergencia, intentó manipularla con la aparente intención de abrirla. "Fue aterrador para todos los demás pasajeros", comentó una turista al diario The Daily Mail, quien logró grabar parte de los disturbios y enfatizó cómo el grupo puso en grave riesgo la seguridad del vuelo. Ante la imposibilidad de controlar la situación, la tripulación alertó al piloto, quien tomó la drástica decisión de desviarse y aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Toulouse.

Intervención policial y consecuencias legales

Apenas el Boeing 737 tocó tierra en el aeropuerto francés, una unidad de Gendarmería Nacional abordó la aeronave. El principal implicado en el intento de abrir la puerta opuso resistencia y tuvo que ser reducido por las fuerzas de seguridad. Además, otros cuatro miembros de su grupo fueron desalojados del avión debido a su comportamiento.

El hombre que intentó abrir la puerta quedó detenido y enfrenta una pena que podría alcanzar los cinco años de prisión por poner en riesgo la seguridad aérea. Fuentes cercanas a la investigación indicaron que su estado de embriaguez era tal que "pasaron varias horas antes de que se pudiera hablar con él", debido a su altísimo nivel de alcohol en sangre. "Ni siquiera deberían haber subido al avión: estaban bebiendo abiertamente en el duty free en la sala de embarque y apenas podían mantenerse en pie", afirmó otro testigo, cuestionando los controles previos.

La respuesta de la tripulación fue ampliamente elogiada por los pasajeros. Tania Nichols, otra viajera, destacó: "Durante toda la dura experiencia, la tripulación de cabina fue absolutamente excepcional: mantuvo la calma, fue profesional e hizo todo lo posible para controlar la situación y tranquilizar a los demás pasajeros".

Ryanair: "Tolerancia cero"

Desde Ryanair, emitieron un comunicado ratificando su política de "tolerancia cero" ante conductas indebidas. "La tripulación solicitó ayuda policial, que subió al avión al aterrizar en Toulouse y desembarcó a estos pasajeros antes de que el vuelo continuara hacia Alicante", informó la aerolínea, que concluyó que el asunto "ahora es un asunto que compete a la policía local". La compañía reiteró su compromiso con la seguridad y el respeto a bordo, asegurando que se tomarán las medidas correspondientes.