La jueza Julieta Makintach, una de las integrantes del tribunal que lleva adelante el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, rompió el silencio este martes en plena audiencia y aseguró que no se apartará del proceso judicial, pese a la polémica generada en torno a la filmación de un documental dentro de los tribunales de San Isidro.
Durante su intervención ante los abogados, imputados y familiares del exfutbolista, la magistrada explicó que la investigación abierta por la producción audiovisual "no encontró hechos" que la involucren de manera directa. En ese marco, remarcó que su intención siempre fue "acercar la Justicia a la gente".
Makintach justificó su participación en una entrevista grabada en su despacho, alegando que fue realizada por una amiga y que se trató de una conversación sobre el funcionamiento del Poder Judicial. "No advertí nada irregular en venir a trabajar un fin de semana", añadió.
No obstante, calificó como "torpe" y "desprolijo" el uso de los tribunales para realizar tomas del supuesto documental vinculado al juicio, pero negó haber sido parte de esa producción. "Las imágenes del primer día eran transmitidas al mundo por YouTube", se defendió.
La jueza fue categórica al afirmar que no dará lugar a la nulidad del proceso, y sostuvo que no se apartará del tribunal que lleva adelante el histórico juicio por presunta mala praxis en el fallecimiento del ídolo argentino.
En su descargo, también apuntó contra los medios de comunicación, al denunciar que fue víctima de "un escarnio mediático" y que sufrió acoso en sus redes sociales personales. "Tengo dos perfiles de Instagram. Había fotos antiguas y las borré para evitar suspicacias", señaló.
La polémica estalló en los últimos días tras conocerse que se habría filmado material audiovisual dentro del edificio judicial con fines documentales, sin que ello haya sido informado previamente ni autorizado de manera clara. El episodio generó cuestionamientos de algunas de las partes, que llegaron a pedir el apartamiento de la jueza.