Comienza el juicio por el bebé de 18 meses torturado y asesinado con una aguja oxidada
La madre de León Aquino, Yésica del Carmen Aquino, y su ex pareja, Roberto Carlos Fernández, se sentarán en el banquillo de los acusados por la muerte del menor, quien presentaba signos de tortura y maltrato.

A cuatro años del brutal crimen de León Ehydrian Aquino, un bebé de 18 meses asesinado en septiembre de 2021 en Berazategui, comenzará esta semana el juicio oral para determinar la responsabilidad de su madre, Yésica del Carmen Aquino (36), y su entonces pareja, Roberto Carlos Fernández (33).

El caso, que conmocionó al país por la crueldad de las lesiones que presentaba el niño, se juzgará en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Quilmes. Las audiencias están programadas para el miércoles y se extenderán hasta el viernes.

León ingresó al hospital El Cruce de Florencio Varela con lesiones graves y signos de maltrato. A pesar de que su madre intentó convencer a su familia de que se había ahogado con leche, los médicos alertaron a la policía tras detectar múltiples golpes, mordeduras y pinchazos. El bebé falleció días después, a causa de una septicemia que, según el informe forense, pudo haber sido causada por una aguja oxidada que se extrajo de su espalda.

La autopsia reveló la magnitud de la violencia a la que fue sometido el menor, que presentaba lesiones desde su nacimiento. Los partes médicos incorporados a la causa detallan "lesiones cutáneas por impronta que correspondería a agujas o elemento similar en brazos, manos, muñeca", además de hematomas y una mordedura en el cuello compatible con la dentadura de la madre.

Un calvario familiar que las tías 

Las tías de la víctima, por parte de la familia materna, contaron que habían intentado alertar a las autoridades sobre el calvario que vivía León y sus hermanos, quienes también eran víctimas de maltratos. Ayelén, una de las tías, reveló a Infobae que los niños eran golpeados con palos, se les tiraba agua fría y se les ponía pimienta en la comida.

"A León lo dejaban horas mojado frente a la ventana en pleno invierno" y "le hacían caminos de pan en la cuna para que vinieran las hormigas y lo mordieran", agregó Ayelén. La tía también aseguró que los acusados amenazaban a los niños para que no dijeran nada a los médicos.

Tras el crimen, los hermanos de León, aterrorizados, fueron separados y repartidos entre distintos familiares y un hogar. Las tías exigen justicia y que los acusados reciban la pena de prisión perpetua.

"Necesitamos que la historia de León no quede en el olvido, que su muerte no quede impune y que la Justicia actúe con todo el peso de la ley", expresó Ayelén, quien junto a sus familiares convocó a la sociedad a difundir el caso y a acompañarlos en la búsqueda de justicia.