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Crimen de Lucas González: dictaron prisión preventiva para otros siete policías

Fueron acusados de encubrimiento doblemente agravado y de vejaciones cometidas a los amigos del adolescente asesinado. Se suman a los nueve efectivos acusados por el crimen.

06 Enero de 2022 01.44

La Justicia Nacional en lo Criminal y Correccional procesó con prisión efectiva a otros siete efectivos de la Policía de la Ciudad involucrados en el crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado en Barracas a mediados de noviembre. Se trata de dos comisarios, un subcomisario y cuatro oficiales, que se suman a otros nueve policías implicados en el expedientes judicial.

El juez de la causa Martín del Viso dispuso la medida contra el comisario inspector Daniel Santana, al comisario Rodolfo Ozán, al subcomisario Ramón Jesús Chocobar, y a los oficiales Sebastián Baidon, Jonathan Alexis Martínez, Ángel Darío Arévalos y Daniel Rubén Espinosa.

Según la resolución de 186 páginas, los siete efectivos quedaron acusados formalmente de “encubrimiento doblemente agravado por la condición de funcionario público y por ser el delito precedente especialmente grave”, en relación al crimen del joven de 17 años.

El juez, que accedió al pedido de procesamiento realizado por el fiscal de instrucción Leonel Gómez Barbella, también tuvo en cuenta las denuncias de vejaciones a las que fueron sometidos, los tres amigos de la víctima, que fueron ilegalmente detenidos, según consignó la agencia Télam.

Para el juez Del Viso, el encubrimiento ocurrió “en concurso real con privación ilegal de la libertad doblemente agravada por tratarse de funcionarios públicos que con abuso de sus funciones, o sin las formalidades prescriptas por ley, privaron de la libertad a Julián Alejandro Salas, Lucas Santiago González y Joaquín Zúñiga Gómez, y porque en desempeño de un acto de servicio cometieron vejaciones contra las personas que se detuvo”.

El magistrado a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 7 además le trabó un embargo de un millón de pesos a cada uno de los siete policías procesados.

De acuerdo con el Ministerio Público Fiscal (MPF), estos policías, con distintos roles, participaron desde el comienzo en el procedimiento que intentó encubrir el asesinato de González, y en sus respectivas declaraciones indagatorias solo dieron una versión “maquillada y mendaz” acerca de lo ocurrido.

Gregorio Dalbón, el abogado que representa a la familia del futbolista asesinado, dijo esta noche a Télam que se trata de un “fallo histórico en la Argentina”, ya que esta última medida del juez “deja a los asesinos y encubridores procesados y con prisión preventiva”, al tiempo que señaló que “la causa toma ritmo para el debate oral”.

“Estamos muy conmocionados, porque al fin y al cabo tres mataron a Lucas y 13 encubrieron” aseguró Dalbón. El letrado agregó que ahora espera que el juez de menores, Alejandro Cilleruelo, “sea destituido por haber dejado a los policías en libertad y a los chicos presos”.

Por el homicidio calificado de Lucas y la tentativa de homicidio calificado de sus tres amigos ya estaban procesados con prisión preventiva los policías de la Ciudad Juan José Nieva, Fabián López y Gabriel Issasi.

Mientras que por el encubrimiento están también con prisión preventiva los comisarios Juan Romero y Fabián Du Santos, el subcomisario Roberto Inca, el inspector Héctor Cuevas y las oficiales Micaela Fariña y Lorena Miño, quienes afrontan otros cargos como “falsedad ideológica, encubrimiento agravado, privación ilegal de la libertad agravada y vejaciones”.

El hecho

El crimen sucedió cerca de las 9.30 del 17 de noviembre, cuando Lucas y sus amigos salieron de entrenar del club Barracas Central a bordo del Volkswagen Suran del padre de uno de ellos y se detuvieron en un kiosco situado en Iriarte y Luna, para comprar un jugo.

Tras ello, fueron interceptados por un auto Nissan Tiida de la Brigada de Investigaciones sin patente ni signos de ser policial, del que bajaron tres efectivos armados y sin identificar.

De acuerdo a las pruebas recabadas, los adolescentes creyeron que eran ladrones que iban a robarles, por lo que huyeron del lugar, momento en que los policías les dispararon desde distintos ángulos.