Tal como estaba previsto, durante la mañana de ayer, dio inicio en la Cámara Penal N° 2, el juicio a Marcelo Aballay, quien debe responder ante la Justicia por un hecho de abuso sexual con acceso carnal, ocurrido en el año 2018, en el departamento Valle Viejo.

En el inicio del debate, que por ser el delito que se ventila de instancia privada se desarrolla a puertas cerradas, en la sala se escuchó en primer término la declaración del imputado, quien fue asistido por el abogado Víctor García.

Según lo informado por voceros de la causa, Aballay negó el hecho. Luego, y previo a un cuarto intermedio, se escuchó el relato de la víctima - la identidad se mantiene en reserva -, quien contó cómo fue el abuso y dio detalles del mismo, respondiendo a preguntas de las partes y del tribunal.

Luego, pasaron dos testigos ante el estrado, ofrecidos por la defensa del imputado, siendo estos dos hombres también de profesión choferes de colectivos, quienes declararon por hechos similares denunciados con anterioridad y en los que tuvo, supuestamente, también involucrada la víctima de igual tenor del hecho que se ventila en la sala.

Seguidamente, los jueces del tribunal resolvieron pasar a un cuarto intermedio hasta hoy, cuando se prevé escuchar a la última testigo, y luego, los alegatos de las partes.

Descreimiento

Al finalizar la audiencia de debate, la víctima, en diálogo con este medio, indicó ya no “creer en la Justicia terrenal”, pero sí “en la celestial”. Contó que “me quebré en varias oportunidades al ver a este depravado ahí en la sala. Tuve que salir varias veces, pero pude contar lo que me hizo”.

Asimismo, renegó, desde el desconocimiento legal de los pasos procesales de una causa penal, al indicar estar molesta porque “a él -por el imputado- le avisaron del juicio hace un mes atrás y a mí recién hace cinco días. La Justicia le tomó testigos cuando en realidad no había nadie cuando me violó, fue un lugar desolado”, agregó.

En paralelo al desarrollo de la audiencia entre 30 y 40 mujeres, se manifestaron en los distintos edificios judiciales del microcentro de la ciudad, concluyendo en calle San Martín, entre Junín y Maipú, más precisamente frente al edificio de la Cámara Penal N° 2, en apoyo a la víctima del abuso sexual que se estaba ventilando.

Aproximadamente las 9.00, la columna de mujeres, encabezadas por madres de adolescentes y niñas víctimas de abuso sexual intrafamiliar partieron desde la esquina de calle República y Sarmiento, en pedido de celeridad en las investigaciones por parte de la Justicia.

Uno de los casos testigos fue el de una mamá, quien denunció en noviembre del año pasado a dos sobrinos por haber abusado sexualmente de sus tres hijas, de entre 12 y 15 años de edad.

“Ellos están como si nada, mientras mis hijas tienen que estar encerradas. En más de una oportunidad, dos de ellas atentaron contra su vida porque están mal psicológicamente, lo que les pasó les arruinó la vida y no consigo que la Justicia las escuche en la cámara Gesell. Vengo peregrinando un turno desde noviembre del año pasado”, expresó la mujer, mientras se manifestaban cortando calle Junín, enfrente al edificio de la Fiscalía General.

La entrevistada dijo también que “ahora me dice la fiscal que la causa ya no la tiene ella, sino que, como uno de los denunciados es menor de edad, fue pasada la fiscalía del Dr. Narváez. Solo quiero que se haga justicia a mis hijas y que les brinden la atención que necesitan. Ya atentaron contra su vida y tengo mucho miedo”.