La Justicia federal indagó este viernes a Ariel García Furfaro, dueño del laboratorio HLB Pharma, en el marco de la causa que investiga la distribución de fentanilo contaminado que provocó la muerte de al menos 96 personas en el país.
La declaración se llevó a cabo en los tribunales federales de La Plata, a cargo del juez Ernesto Kreplak, quien ahora cuenta con un plazo de diez días hábiles para resolver la situación procesal del empresario. El magistrado podría avanzar con un procesamiento por homicidio culposo o doloso, ya que el lote fabricado y distribuido por la firma resultó letal.
El abogado de García Furfaro, Gastón Marano, anticipó que se trataba de "una declaración larga" en la que su defendido buscó explicar su carrera, cómo se constituyeron los laboratorios y qué rol desempeñaba en ellos. "Él era únicamente el socio mayoritario, no personal técnico. Muchos de los fallos acreditados requieren un nivel de sofisticación que él no tenía", sostuvo el letrado, quien además señaló que los controles de calidad estaban bajo la supervisión de empleados y especialistas avalados por la ANMAT.
El empresario había sido detenido el miércoles, luego de que el juez Kreplak recibiera dos pericias clave: un informe del Cuerpo Médico Forense, que confirmó que el lote 31202 de fentanilo tuvo incidencia directa en las muertes como "nexo concausal"; y un estudio del Instituto Malbrán, que determinó que se trató de una tragedia evitable en la línea de producción de los laboratorios.
Junto a García Furfaro fueron arrestados sus hermanos Diego y Damián, también involucrados en la gestión de los laboratorios, y su madre Nilda Furfaro, vicepresidenta y accionista de HLB. La investigación alcanzó además a Javier Tchukran, director general de HLB y Laboratorios Ramallo; Carolina Ansaldi y Víctor Boccaccio, directores técnicos de Ramallo; José Antonio Maiorano, director técnico de HLB; Horacio Tallarico, presidente de Ramallo; y Rodolfo Labrusciano, director suplente de la misma firma.