Declaró la médica que recibió a Pachao en la guardia y citaron como testigo al legislador Rubén Manzi
Además, declaró otra profesional y una mujer policía. Para el abogado García, “a la fecha no hay una certeza absoluta de cuál fue la causa que derivó en esa situación”, es decir, la hemorragia que desencadenó en la muerte de Pachao.

Durante la mañana de hoy, en ámbitos de la Cámara Penal N° 2, se llevó a cabo la sexta audiencia del juicio oral y público que tiene como imputados a seis efectivos policiales por los supuestos delitos de vejaciones e incumplimiento a los deberes de funcionario público y tres nuevos testigos declararon ante el tribunal.

Se trata de las doctoras Claudia Benítez y Beatriz Yebra y de la suboficial de la policía Guadalupe Acevedo, que estuvo imputada en la Investigación Penal Preparatoria, pero fue finalmente sobreseída.

La audiencia inició poco después de las 9:30 horas y se extendió hasta pasadas las 13 horas. En cuanto al testimonio de las médicas, estas se refirieron a la lesión que desencadenó la muerte de Diego Pachao, previo a haber estado arrestado en la Comisaría Séptima el 11 de marzo de 2012, es decir, en el sangrado producido en el tronco de la base del cerebro. Al igual que los otros cuatro profesionales de la salud que declararon en las audiencias anteriores, las testigos pudieron responder a preguntas de las partes -Ministerio Público Fiscal, querella y defensa- cuál fue la causa de la muerte de Pachao, pero no pudieron precisar un único origen, indicando que “la ruptura del vaso sanguíneo -que es lo que produce la hemorragia- puede tener dos orígenes, uno traumático y el otro bascular¨.

Por su parte, la Dra. Yebra fue quien recibió a Pachao en la guardia del hospital la noche del 11 de marzo, recordando: “Estaba con Hipertermia -es decir con fiebre- e inconsciente…”.

A preguntas de las partes, la profesional recordó que, por el estado de salud reservado que presentaba el paciente, solicitó una tomografía que arrojó como resultado “un sangrado, una hemorragia cerebral”. Señalando en respuesta al interrogante de otras de las partes que “…puede ser un sangrado de larga data o no, eso no puede determinar¨.

 

Ex imputada

 

La jornada se desarrollaba con normalidad hasta que fue el turno de la testigo Guadalupe Acevedo de deponer en la sala. 

Familiares y amigos de Diego que, como todos los días acompañan a su mamá Claudia con cánticos de reclamos apostados en la esquina de calle San Martín y Junín -lo que ocasiona el corte preventivo del tránsito, tanto vehicular como peatonal frente a la cámara penal- se manifestaron al grito de “asesina”, “sos una asesina”, al tomar conocimiento en el cuarto intermedio que Acevedo era la próxima testigo.

Como la mujer policía, que se desempeña actualmente en otra comisaría de la Capital, llegaba caminando a la cámara penal, se dispuso que fuera escoltada por los efectivos policiales, no registrando otro incidente más que el verbal.

Tras retomar el cuarto intermedio, en la sala se escuchó a Acevedo, que cumplió el servicio de jefa de guardia aquel día del hecho en la Comisaría Séptima.

A líneas generales, la policía relató detalladamente el ingreso de Pachao y su amigo González a la comisaría. Recordó que una vecina llamó a la dependencia, manifestando que, a la altura del cartel del circuito de la vida, había dos personas, una de ellas con el torso desnudo -que luego se corroboró era González- merodeando y amenazando con un cuchillo a los transeúntes.

“El móvil fue y regresó a los pocos minutos trasladando a Pachao y a González. Cuando el oficial los estaba por requisar no lo pudieron hacer, puesto que llegó a la comisaría un masculino pidiendo ayuda, porque el conocido “Monedita” Ridulfo estaba vendiendo un casco que le había robado, por lo que el móvil volvió a salir¨. Agregando: “Hicieron ingresar al calabozo a Pachao y González y se fueron, regresaron a los pocos minutos con Monedita y también lo metieron al calabozo”. 

Luego recordó cuando fue la madre de Pachao a llevarle la comida. Dijo que le habló en dos oportunidades y que el joven no le respondía, por lo que llamó al móvil que estaba en un requerimiento y, al descender a base el oficial, llamaron a la ambulancia.

 

Inspección ocular

 

También elaboró, a pedido de la fiscalía, un croquis de la comisaría, indicando dónde estaba Pachao -quien ,según surge de las declaraciones escuchadas durante las audiencias, fue en horas de la tarde sacado del calabozo y llevado a un patio interno “para que se recuperara, ya que había vomitado, porque supuestamente le había caído mal una pizza que había almorzado”- y su ubicación en la guardia y de los calabozos, con el objetivo de establecer si de dichos lugares se podía observar a Pachao en el patio, como así también, si de haber pedido ayuda o gritado, algún detenido, las personas que circunstancialmente estaban en la comisaría o bien en la unidad judicial podían o no escucharlos.

A la pregunta de una de las partes, Acevedo manifestó que, cuando sus compañeros bajaron a la base y fueron a ver a Pachao en el patio, les dijo que llevaran linternas, porque no había ¨luz¨.

Tras la declaración de la mujer policía, el abogado Pedro Vélez, quien asiste al suboficial Jorge Montivero, solicitó a los jueces del tribunal Silvio Martoccia, Fabricio Gershani Quesada y Rodrigo Morabito, efectuar una inspección ocular en la dependencia policial. Es decir que el tribunal, los fiscales, las querellas y los defensores se trasladen a la comisaría del barrio Parque América y puedan constatar por sí mismos cómo es el edificio, visualizar los calabozos, el patio interno en el que estuvo Pachao, etc. El pedido fue consentido por todas las partes, por lo que el tribunal deberá próximamente fijar la fecha para que se materialice dicha medida probatoria.