Una inesperada pista que surgió en Paraguay reactivó la causa que investiga la desaparición de Marita Verón. Su madre Susana Trimarco recibió un llamado anónimo sobre una mujer en situación de calle que vivía en Asunción y que podría haber sido su hija.
Sin embargo, según pudo saber TN, la Policía de Paraguay descartó esta hipótesis luego de realizar las averiguaciones correspondientes.
Trimarco había contado que recibió el llamado a las 01:30 de la madrugada del miércoles. "Era una noticia de Asunción del Paraguay, de un pueblo, donde apareció una persona que está perdida de la cabeza, que anda comiendo de los basurales y que supuestamente es mi hija", detalló.
La angustia de Susana Trimarco
"Yo anoche no pude dormir, es muy importante lo que me mandaron. Es una foto que no la quiero presentar porque es horrorosa la situación de esa mujer, para mí como madre es como que anoche me clavaron un puñal en el pecho", confesó Susana.
"No puedo dormir pensando que mientras yo, con la fundación, ayudo a miles de mujeres, tenemos 360 asistidas que todos los meses retiran bolsones de comida, ayudamos las chicas con ropa, alimento, todo lo que fuera, y supuestamente mi hija está como una persona indigente comiendo de la basura", cerró.
La desaparición de Marita Verón
María de los Ángeles Verón desapareció en la capital tucumana el 3 de abril de 2002 cuando iba desde la casa de su madre hacia la maternidad Nuestra Señora de la Merced para realizarse un estudio.
El juez de Instrucción Víctor Manuel Pérez elevó la causa a juicio contra 13 acusados de haber secuestrado a la joven (que tenía 22 años en ese momento) para obligarla a ejercer la prostitución en La Rioja.
Durante 2012 se desarrolló el juicio oral, que culminó en diciembre de ese año con la absolución de todos los imputados.
A fines de 2013, la Corte Suprema provincial revocó en forma parcial ese fallo y ordenó que una nueva sala fijara la pena a 10 de los 13 acusados, ya que confirmó la inocencia de los hermanos vinculados al clan Ale, María Jesús y Víctor Rivero. La dueña de los prostíbulos riojanos, Irma Lidia Medina, falleció en febrero de ese año.
El máximo tribunal de Justicia consideró coautores del delito de retención y ocultamiento agravado para el ejercicio de la prostitución de Marita a los hermanos Gómez, Milhein y González, y partícipes necesarios de esos delitos a Derobertis, Bustos, Andrada, Márquez, Luna y Gaitán.