Este viernes la Policía Federal capturó a un sujeto que está implicado en la causa de ciberestafas que realizaba una banda integrada por un cartero del Correo Argentino que operaba en la provincia de Catamarca, Tucumán y otras provincias. La misma fue desbaratada en marzo de este año tras allanamientos realizados en la provincia en el marco de una investigación que llevó dos meses, como publicó en exclusiva La Unión.
Se trata de Sebastián Mario Carabajal, oriundo de Tucumán, quiera tenía una orden de captura nacional y había sido ingresado en el Sistema Federal de Cooperación Policial (SIFCOP) por orden de la Fiscalía de Instrucción Penal de Séptima Nominación a cargo del Dr. Alejandro Gober.
Carabajal fue interceptado en Santiago del Estero, por personal de la División Antidrogas de la Policía Federal Argentina, delegación Termas de Rio Hondo, de Santiago del Estero, cuando aquél circulaba en un vehículo por la Ruta Nacional N° 9.
El hombre será extraditado por una comisión policial de la División CIbedelitos dependiente del Departamento de Investigaciones Judiciales de la provincia, a pedido del fiscal Gober y del Juzgado de Control de Garantías de Cuarta Nominación a cargo del Dr. Marcelo Sago.
Carabajal quedará detenido en la provincia y será indagado por el fiscal Gober en los próximos días por los delitos de “estafa cometida mediante el uso no autorizado de los datos de una tarjeta de débito continuada, tres hechos, y estafa cometida mediante el uso no autorizado de los datos de una tarjeta de crédito, continuada”.
Cabe recordar que la banda de estafadores que integraba Carabajal era integrada por el ex empleado del Correo Argentino, Paulo Domingo Silva (29). El modus operandi del hombre, según pudieron establecer los investigadores, constaba de captar los plásticos de tarjetas de crédito y débito aprovechando su trabajo como cartero. Abría los sobres de correspondencia, le sacaba fotos a la tarjeta con sus datos, para luego, usando un periférico -elemento que se conecta a través de un cable USB a una computadora, por ejemplo- copiaba la cinta magnética de las tarjetas. Luego, volvía a cerrar los sobres y finalmente los entregaba a los destinatarios.
Al cabo de un tiempo prudencial, es decir, que el verdadero dueño de la tarjeta la activara, Silva compartía la información con un cómplice, quien introducía las tarjetas al circuito de ciberestafadores a nivel nacional.
Promociones
Silva introducía los datos de las tarjetas en un circuito financiero fraudulento cuando pasaba los datos que robaba a parte de la banda que operaba en Tucumán, para que así pudieran ofrecer realizar pagos de servicios e impuestos de forma inescrupulosa, ofreciendo pagar deudas a bajo precio y por una vía paralela a la legal.
