Dos expertos indicaron por qué la muerte de bebés en Córdoba se explican con una mano asesina
Declararon los especialistas que participaron de la pericia médica, química y toxicológica.

El Hospital Neonatal de Córdoba se encuentra en el epicentro de un juicio que ha conmocionado al país. Las muertes de cinco recién nacidos y las descompensaciones de otros ocho han llevado a la investigación más compleja y delicada en la historia reciente de la medicina forense en Argentina. Este lunes comenzó el debate científico sobre las pruebas periciales, donde expertos multidisciplinarios han ratificado hallazgos clave que apuntan a un escenario inquietante.

Pericias y hallazgos Clave

Dos de los principales peritos a cargo, Luis Alberto Ferrari y Virginia Soler, presentaron sus conclusiones tras un minucioso análisis médico, químico y toxicológico. Los estudios realizados en los cuerpos de Melody Molina y Angeline Cornelio Rojas, las únicas víctimas que recibieron autopsias, revelaron niveles extremadamente elevados de potasio e insulina. Según Ferrari, "los valores detectados solo pueden explicarse con una intervención externa malintencionada".

Los recién nacidos presentaban niveles de potasio de 19,5 mEq/L y 18,4 mEq/L, cifras que exceden drásticamente el rango normal de 5 mEq/L en neonatos saludables. Estos valores, según Ferrari, son "compatibles exclusivamente con casos de homicidio, ya que los bebés no se suicidan".

A pesar de las hipótesis alternativas presentadas por la defensa, como "sepsis" y "acidosis", los expertos desestimaron estas teorías. Argumentaron que dichas condiciones no podrían generar niveles de potasio tan extremos. Además, los puntajes Apgar óptimos de los bebés y su buen estado inicial tras el parto descartan complicaciones inherentes al nacimiento.

Insulina: El otro componente letal

Además de los casos fatales, las descompensaciones de los sobrevivientes también se han analizado exhaustivamente. En los casos de F.A., P.M., J.L. y L.T., los expertos detectaron niveles anormalmente altos de insulina. Según los peritos, estas concentraciones no son fisiológicas, sino resultado de una inyección externa deliberada.

Particularmente llamativo es el caso de J.L., cuya madre tenía diabetes gestacional. A pesar de ello, los niveles de insulina en el bebé excedieron cualquier rango esperado, lo que apunta nuevamente a una manipulación externa. Los especialistas concluyeron que las intoxicaciones no resultaron más letales gracias a la rápida intervención del personal médico.

Un juicio sin precedentes

El juicio continuará esta semana con la participación de más expertos, incluidos obstetras, neonatólogos y forenses. Entre ellos destacan Julio Trentadue, Néstor Vain y Alicia Muscarello, quienes analizarán las pruebas disponibles, incluyendo autopsias y estudios toxicológicos. Este debate no solo busca esclarecer los hechos, sino también ofrecer respuestas contundentes ante un jurado popular.

El contexto es especialmente complejo debido a la gravedad de las acusaciones contra Brenda Agüero, enfermera imputada como principal sospechosa. Según las investigaciones, los patrones de intoxicación identificados en los casos se repitieron sistemáticamente durante tres meses, algo que Ferrari calificó como "inédito en sus 40 años de experiencia".

La búsqueda de justicia

El juicio por las muertes en el Hospital Neonatal de Córdoba no solo busca determinar la verdad, sino también sentar un precedente en la investigación de crímenes en entornos médicos. Los hallazgos presentados hasta ahora evidencian un panorama desgarrador, donde las vidas de los más vulnerables fueron interrumpidas de manera deliberada.

Con la participación de especialistas de renombre y pruebas contundentes, el proceso promete arrojar luz sobre uno de los casos más impactantes de la historia reciente. La esperanza recae en que, a través de este juicio, se haga justicia para las víctimas y sus familias, y se garantice que algo así no vuelva a suceder.