Con perspectiva de género y énfasis en el compartimiento y antecedentes del imputado, quien estaba detenido por haber amenazado de muerte a sus hermanas, para el fiscal Martín Camps de la segunda Circunscripción judicial, Ricardo José Cordoba Arroyo debía esperar el juicio oral en su contra en el penal de Miraflores, departamento Capayán.
Fue durante la audiencia de prisión preventiva que se concretó el pasado viernes en el juzgado de control de garantía de Andalgalá a cargo de la Dra. Naames, quien luego de escuchar los alegatos del fiscal y del abogado defensor del imputado, resolvió enviar al penal a Córdoba, quien fue trasladado el sábado por la mañana a Capayán por efectivos de la comisaría de Andalgalá, donde estaba detenido desde principio del mes de febrero.
La Unión pudo conocer de voceros de la causa que, en sus alegatos, los que fueron bajo perspectiva de género y de violencia en el núcleo familiar, el fiscal consideró el valor de riesgo del imputado, el que era alto y que contaba con antecedentes. Si bien, Cordoba había estado en el penal de Miraflores por delitos de hurto, el fiscal entendió -y así fue compartido por la jueza-, que el sujeto había violado las conductas que le permitieron dos meses antes de propinarle las amenazas a sus hermanas, recuperar la libertad del penal.
Según lo explicado por las fuentes consultadas, si bien el delito de amenazas por sí solo no prevé la privación de la libertad de su autor, en este caso particular, la justicia tuvo en cuenta el peligro que representa para la familia de Cordoba y que este apenas salió del penal volvió a delinquir.