Imperdonable: una familia pagó por recuperar el peluche de su hijo con autismo
Ramiro, un niño con TEA, perdió a su osito de apego en una plaza y su familia ofreció recompensa para hallarlo. Recibieron amenazas, chantajes y terminaron pagando una fortuna por su devolución. El caso conmociona a la comunidad de Tunuyán.

Lo que comenzó como la angustiosa búsqueda de un peluche terminó en una insólita y repudiable extorsión en Tunuyán, Mendoza. Ramiro, un niño con trastorno del espectro autista (TEA), perdió a "Tito", su oso de peluche, en una plaza local. Ese objeto, más que un juguete, es su principal fuente de contención emocional.

Desesperados, sus padres acudieron a las redes sociales para pedir ayuda. Ante la falta de respuestas, ofrecieron una recompensa de $100.000 para quien lo devolviera. "Ramiro tiene TEA y todos sus logros giran alrededor de ese peluche... lo necesita", publicó su madre, Ayelén. La publicación se viralizó rápidamente.

Sin embargo, la solidaridad que esperaban fue opacada por una situación inesperada y dolorosa: una pareja los contactó diciendo tener el peluche, pero exigieron $200.000 para devolverlo y amenazaron con hacerlo "desaparecer" si no recibían el dinero.

Durante días, la familia soportó una negociación cargada de presiones, condiciones cambiantes y amenazas. Finalmente, lograron pactar la entrega en una casa del barrio Bombal. Ramiro pudo reencontrarse con su osito gracias al esfuerzo de sus padres, aunque el monto pagado fue menor al exigido.

"Después de una larga negociación, tengo el peluche. Fueron mensajes, llamadas, ofertas, condiciones... increíble todo lo que provocó colocar una recompensa. Pero lo tengo, y mi hijo volvió a sonreír", relató Ayelén.

La madre evitó dar detalles del acuerdo final, pero sí criticó a quienes tuvieron el peluche: "No fueron lindos los llamados con condiciones ni con amenazas. Todo fue como una película enorme. Se escudaban en su situación económica y decían que sus hijos ya le habían tomado cariño al peluche... en solo unas horas", expresó con ironía.

Pese a todo, Ayelén agradeció la empatía de quienes compartieron el pedido de ayuda: "Gracias a todas las personas que se tomaron el tiempo y tuvieron empatía con mi hijo. Compartieron, se preocuparon, y eso no lo voy a olvidar".

Y concluyó con un mensaje firme: "Tenemos a Tito, y Ramiro está muy feliz. No daré el nombre de la persona que tenía el peluche, porque soy mucho más humana que ella".