La Justicia continúa investigando las causas que llevaron a Eduardo Paulosky a perder el control del utilitario Renault Kangoo, que volcó espectacularmente y provocó graves lesiones a Santillán, quien iba como acompañante y a quien dejó abandonada e intentó huir a pie del lugar del siniestro.  
Si bien, y tal como lo publicó LA UNIÓN en exclusiva en su edición digital del 25 de diciembre, un testigo que circulaba en moto vio y le reclamó a Paulosky que dejara de agredir físicamente a la joven Santillán. Por el momento, el sujeto, quien está detenido desde el día del hecho, sería imputado e indagado por el delito de abandono de persona. Acusación que podría agravarse o no, cuando la víctima pueda declarar y dé su versión de lo ocurrido. Según trascendió, Paulosky habría manifestado a los investigadores que conoció esa noche en una fiesta a Santillán con quien habría salido a comprar bebidas cuando sufrieron el siniestro, en el trayecto que une las rutas 33 y 38, en el sur de la capital, no recordando “nada más” según habría especificado a la Policía.      

Estado de salud  
En cuanto al estado de salud de la víctima, voceros de la causa informaron que Santillán, de 20 años, continúa internada en el hospital, con graves lesiones, producto del vuelco del rodado en el que viajaba.  
La Justicia aguarda que la joven se recupere para poder tomarle declaración y saber qué sucedió momentos previos, durante y posteriores al siniestro. Por otra parte, ayer se conoció que el viernes, cerca de las 23:30, al menos dos personas, una de ellas primo de Santillán, llegaron a la casa de los padres de Paulosky, donde causaron daños, ingresando el primo de Santillán por una ventana de la que rompió el vidrio y amenazó de muerte a la moradora de la casa. Una mujer de 67 años de apellido Moya, fue quien denunció el ataque en el Precinto Judicial N° 9.