Juicio por jurado: continúan las declaraciones por la muerte de Sonia Liliana Garabedian

Este viernes continuó el juicio por jurado contra Roberto Alejandro Barros, imputado por el delito de abandono de persona seguido de muerte, tras el fallecimiento de su esposa, Sonia Liliana Garabedian, ocurrido hace más de una década.

En la jornada de hoy declararon la hermana del imputado y los dos hijos que la víctima tuvo con Barros. Los testimonios revelaron el progresivo deterioro físico y mental de Garabedian, que según los jóvenes, "no podía cuidarse a sí misma" y tenía cambios abruptos de conducta, especialmente cuando la visitaba su madre.

Uno de los hijos relató que su madre aumentaba el consumo de alcohol y cigarrillos durante esas visitas, y que incluso llegó a decirle que era "una desconocida", sin reconocerla como hija.

Tras un cuarto intermedio, está previsto que declare el propio acusado, Roberto Alejandro Barros.

El inicio del juicio

El proceso se inició este miércoles con los alegatos de apertura ante el jurado popular. La fiscal del caso, Dra. Jesica Miranda, sostuvo que Barros conocía el estado de extrema vulnerabilidad de su esposa, que atravesaba una profunda depresión, y que tenía la obligación legal y moral de cuidarla. "Puso en peligro la salud y la vida de Sonia, que terminó en su muerte", afirmó Miranda, quien también destacó que, tras el fallecimiento, Barros regresó al domicilio, retiró muebles y se llevó a sus hijos, a pesar de estar judicialmente notificado sobre su deber de asistencia.

La querella, representada por el abogado Dr. Sarquis, fue más allá en su acusación, al señalar que Barros ejerció un "abandono sistemático y progresivo", aislando a la víctima de su familia y su entorno. "La anuló como ser humano. Sonia estaba en una situación extrema de vulnerabilidad, y la omisión de Barros la empujó al abismo", declaró el letrado, quien prometió presentar pruebas que acreditan con contundencia la responsabilidad del acusado.

La defensa: "No fue abandono, fue psicosis"

Por su parte, el defensor Dr. Herman Zalazar negó que se trate de un caso de abandono. Alegó que Garabedian no padecía una simple depresión, sino una enfermedad mental más grave, como la psicosis, y cuestionó la interpretación que hace la fiscalía sobre los hechos.

Sostuvo que Barros no se apropió de bienes ni "arrebató" a los hijos, sino que actuó como padre y los resguardó ante una situación crítica." Salió a buscarla el 4 de diciembre de 2010. Fue la última vez que la vieron con vida. Pasaron quince años", expresó Zalazar, poniendo en duda las imputaciones sobre la conducta de su defendido.