La reconstrucción de los últimos días de vida de Vanesa Delgado y su relación con su asesino, Antonio Lagoria (45), hace presumible como posible móvil del crimen un “interés sentimental” por parte de Lagoria para con la víctima, quien se habría negado a ese vínculo, siendo literalmente ejecutada por la espalda de un disparo en la cabeza. Lo que echaría, en principio, por tierra una relación más allá de la laboral entre la víctima y Lagoria, quedando, en principio, sin descartar ninguna otra hipótesis, la causa enmarcada en un homicidio seguido de suicidio.
Durante la noche del lunes y las primeras horas de la mañana de ayer, el médico legista que viajó desde esta ciudad Capital junto a una comisión de peritos concretaron la operación de autopsia a los cuerpos de Vanesa y Antonio, concluyendo el profesional como causa de muerte de ambas personas, traumatismo de cráneo por disparo de arma de fuego.
En el caso de Vanesa, su homicida le habría disparado por la espalda, impactando el proyectil en la cabeza, lo que le provocó la muerte prácticamente en el acto. En relación a la hora en la que fue hallado el cuerpo de la infortunada mujer y el inicio de la operación de autopsia, el legista concluyó que Vanesa fue ultimada por su homicida entre cinco y seis horas antes de que su hija de 12 años hallara su cuerpo con el rostro ensangrentado y, creyéndola desmayada, en un principio, pidiera ayuda y llamaran a la policía aproximadamente a las 07.00 de la mañana del lunes.
Es decir, que Vanesa fue asesinada por Antonio Lagoria pasada la medianoche del domingo, en la parte posterior de la vivienda de la finca en la que trabajaba cuidando a la madre del suicida, en un potrero sobre unos fardos de alfa.
Siempre de acuerdo a la reconstrucción realizada por los especialistas, luego de darle muerte a Vanesa, Antonio se fue hasta el camping cercano a la finca, donde, en la punta de un cerro de aproximadamente 100 metros de altura, previo a descerrajarse un disparo en la cabeza con el revólver calibre 22 largo, se arrojó al vacío.
Dicha arma de fuego, la que también luego se corroboró fue la misma empleada para ultimar a la madre de tres hijos menores de edad, cayó junto al cuerpo de Lagoria, quedando la misma atascada a dos metros de profundidad de la base del cerro. Lo que hace presumir a los investigadores que cuando caía al vacío, el arma se cayó de la mano de Lagoria, por lo que terminó junto a su cuerpo en el fondo del barranco.
Tras ser informado el fiscal de la causa, Dr. Laureano Contreras, el resultado de las pericias de autopsia, las inspecciones realizadas en las escenas del crimen y en la del suicidio del homicida, por los especialistas más las pruebas testimoniales recabadas por los investigadores resolvió cerca del mediodía otorgarle la libertad a la expareja y padre de los hijos de Vanesa Delgado y su actual pareja, quienes habían sido arrestados tras el hallazgo de su cuerpo.
Por otra parte, voceros de la causa indicaron que, como medidas probatorias, los investigadores secuestraron los teléfonos celulares tanto de Vanesa como de Lagoria, los cuales serán, en breve, peritados para su visualización y poder así conocer cuál era el vínculo entre víctima y victimario, para descartar o no que la relación fuera solo de índole profesional, o bien, existía al menos de parte de su asesino un interés sentimental.
Finalmente, durante la jornada de ayer, la Justicia dispuso también la entrega de los restos de Vanesa a una de sus hermanas, quien viajo desde la vecina provincia de Tucumán donde vive, quedando también de manera provisoria al cuidado de los hijos de la víctima.
