Una joven de 23 años murió hoy a la tarde, en el hospital Liborio Forte, de la ciudad de Recreo, departamento La Paz, donde había arribado con convulsiones. De urgencias, los médicos que la asistieron le indujeron el parto y nació una beba, quien hasta el cierre de esta edición se encontraba estable, en buen estado de salud general.

La joven cursaba un embarazo de ocho meses de gestación. A pedido del padre de la misma, quien se desempeña como radiólogo en dicho nosocomio, la fiscal no ordenó la operación de autopsia y el cuerpo de la infortunada madre fue entregado a los familiares. Hubo desorden en el ingreso al centro de salud.

Cerca de las 16.30 horas, efectivos de la comisaría departamental de Recreo se constituyeron en el ingreso al hospital Liborio Forte, donde, según el personal médico del lugar que se comunicó con la dependencia policial, un grupo de personas estaba alterado ante el fallecimiento de una joven.

Al arribar, los uniformados se entrevistaron con el personal del nosocomio, quienes les manifestaron que, momentos antes, había arribado al centro de salud Luis Rotta, quien se desempeña como radiólogo en el lugar, trasladando a su hija, de nombre Juana Isabela, de 23 años de edad, quien estaba convulsionando. 

Ahora bien, como la joven cursaba un embarazo de ocho meses de gestación, se hicieron presentes en el hospital también familiares del padre de la criatura, de apellido Guzmán, quienes se alteraron y protagonizaron algunos incidentes al conocerse, minutos después, que la joven había fallecido consecuencia de las convulsiones.

Como Juana Isabela cursaba un embarazo de ocho meses, los profesionales decidieron practicarle un parto de urgencia, naciendo así una niña, quien se encontraba estable, permaneciendo la misma internada en el sector de Neonatología con asistencia médica.

Seguidamente, el hecho del fallecimiento de la joven y el nacimiento de la bebé fue informado vía telefónica a la fiscal local, Dra. Jorgelina Sobh, quien dispuso la entrega del cuerpo de la infortunada madre a sus familiares, luego de que el padre se negara a que le realizaran la operación de autopsia, al manifestar que no quería saber la causa de muerte de su hija, en razón que la misma se había producido por las convulsiones que sufrió.
El deceso de la joven Juana Isabela causó gran congoja y dolor en la comunidad lapaceña.