Una joven, quien en el año 2017 fue víctima del robo del estéreo de su automóvil por un muchacho, hoy de 20 años, pero que al momento de cometer el ilícito era menor de edad, estuvo de acuerdo en que el muchacho no ocupara el banquillo de los acusados en la Cámara Criminal Penal Juvenil y que su caso fuera resuelto en la órbita de la mediación penal.
“Conozco al joven porque es mi vecino. Solo quiero que se haga cargo de sus errores y haga un tratamiento por su problema de consumo que lo afectó desde niño porque, de lo contrario, terminaría mal” expresó la víctima ante el juez de la Cámara Criminal Penal Juvenil, Dr. Fabricio Gershani Quesada, luego de que el magistrado le hiciera conocer, previo a la apertura de la audiencia del juicio oral, que el abogado defensor penal juvenil, Dr. Sergio Véliz, solicitará por escrito la suspensión del juicio y que la causa fuera remitida a mediación penal. Aplicándosele así al joven una medida alternativa al castigo judicial por el hecho cometido.
Consultado al respecto, el fiscal especializado, Dr. Guillermo Narváez, le pidió al juez que abriera una audiencia para escuchar a la víctima del delito, estando también presente en la misma el imputado, hoy mayor de edad.
Seguidamente, se concretó en el recinto de la Cámara dicha audiencia, explicando el magistrado a la víctima la presentación del defensor oficial, los motivos de la misma y el alcance que tiene el proceso de mediación penal.
Asimismo, Gershani Quesada le hizo saber a la joven que, en caso de fracasar la mediación, se fijará una nueva fecha y el hecho se ventilará en un juicio oral y público.
Tras escuchar atentamente la situación, la víctima aceptó la mediación y, ante el consentimiento de las demás partes del proceso, el tribunal resolvió suspender la audiencia de debate prevista y dar intervención en la causa a mediación penal.
En cuanto al hecho del que se le acusa al joven, ocurrió el 7 de enero del año 2017. Aproximadamente a las 02:30 de la madrugada, el por entonces adolescente imputado se acercó al vehículo de la víctima, el que estaba estacionado en la vía pública, más precisamente en la zona norte de la Capital y se apoderó ilegítimamente del estéreo. Para ello, ingresó al rodado dañando la cerradura del baúl.
