Un numerario del Servicio Penitenciario provincial fue denunciado durante el fin de semana por su esposa y madre de sus dos hijos por supuestos delitos en contexto de violencia de género. El guardiacárcel fue detenido por orden del fiscal Hugo Costilla.
Según pudo conocer LA UNIÓN de voceros judiciales, el hecho que recién trascendió ayer, habría sucedido en sábado 9 de julio en horas de la tarde en la vivienda donde el matrimonio convivía junto a sus dos hijos, en una localidad del interior del departamento Fray Mamerto Esquiú.
Encontrándose la familia en la vivienda, la víctima -quien aseguro ante los investigadores no ser esta la primera vez que sufre violencia por parte de su esposo pero si la primera vez que lo denuncia- le habría dicho que iba a ir junto a sus hijos de visita a la casa de un familiar, lo que aparentemente motivo el enojo de su esposo, de apellido Figueroa iniciándose una discusión entre ambos.
En un determinado momento, el hombre quien es celoso y muy posesivo, según indicó la denunciante, la tomó de las muñecas con fuerza y por temor a que la agrediera, ya que en otras oportunidades lo habría hecho, le dijo que llamaría a la policía, sino la dejaba ir y comenzó a gritar. El sujeto le tapó la boca tomando desde atrás por el cuello. Sin embargo, la hija de ambos quien estaba en el interior de la casa junto a su hermanito escuchó los gritos y al salir al patio vio a su padre atacando a su madre.
La niña intentó intervenir, pero la mujer le habría pedido que regresara a la casa y cuidara a su hermanito.
Al ver a su hija, el guardiacárcel soltó a su esposa quien busco a sus hijos y se encerró en su habitación desde donde llamó a la policía.
Según habría señalado la mujer al realizar la denuncia, se encerró en la habitación para resguardar a sus niños y porque allí su esposo tiene el arma reglamentaria, la que en otras oportunidades había utilizado para amenazar y como sentía temor evitó que el este pudiera tomar la pistola.
Tras la denuncia, el fiscal Hugo Costilla ordenó la inmediata detención de Figueroa y el secuestro del arma reglamentaria, medida judicial que se materializo tras un registro en el domicilio donde ocurrieron los hechos.