Bessent canceló su visita al país tras el faltazo de Milei al sorteo del Mundial
La sorpresiva decisión del presidente argentino de suspender su viaje a Estados Unidos para asistir al sorteo del Mundial generó un fuerte enojo en la Casa Blanca. El secretario del Tesoro anuló su visita oficial a Buenos Aires.

La inesperada decisión del presidente Javier Milei de cancelar su viaje a Estados Unidos para asistir al sorteo del Mundial 2026 no solo sorprendió puertas adentro del Gobierno argentino. La determinación provocó un fuerte malestar en Washington y derivó en una respuesta inmediata por parte del gobierno norteamericano: el secretario del Tesoro, Scott Bessent, suspendió la visita oficial que tenía programada para la semana próxima en Buenos Aires.

Según confirmaron fuentes diplomáticas, Bessent había preparado una agenda extensa en la Argentina, con reuniones institucionales y encuentros con sectores estratégicos. Sin embargo, tras conocerse la ausencia de Milei en el sorteo que se realizará este viernes en el Kennedy Center de Washington, toda la planificación quedó completamente caída.

La decisión presidencial fue interpretada como un gesto inesperado que tensó la relación bilateral en un momento clave. El mandatario argentino era uno de los invitados más destacados de la ceremonia, donde iba a ocupar un lugar privilegiado en un palco especial junto a Donald Trump y Gianni Infantino, presidente de la FIFA. Su presencia había sido confirmada con antelación y ya se habían reservado asientos para Karina Milei, el ministro de Economía Luis Caputo y otros funcionarios de la comitiva oficial.

Un desplante que incomodó a la Casa Blanca

El faltazo de Milei al evento —de enorme visibilidad internacional y con fuerte contenido simbólico— generó desconcierto en el gobierno estadounidense. No se trataba solo de una ceremonia deportiva: el presidente argentino tenía agendadas reuniones de alto perfil, encuentros políticos sensibles y una serie de actividades destinadas a reforzar la relación con figuras influyentes del Partido Republicano y del empresariado norteamericano.

Esa misma noche, Milei iba a participar de una cena organizada en la embajada argentina por el empresario Alec Oxenford y por Richard Grenell, presidente del Kennedy Center y uno de los referentes más cercanos al entorno de Donald Trump. Entre los invitados destacados figuraba el secretario de Estado Marco Rubio, quien incluso había modificado su agenda para asistir.

La ausencia del mandatario no pasó desapercibida. En Washington la interpretaron como un desaire, especialmente porque Milei iba a compartir nuevamente escenario con Trump, algo que hubiera marcado su sexto encuentro desde que asumió la presidencia. La decisión sorprendió a los diplomáticos estadounidenses y abrió interrogantes sobre la estabilidad del vínculo político entre ambos gobiernos.

Reuniones empresariales y citas estratégicas

La agenda en la capital estadounidense incluía además una reunión clave con Suzanne Clark, presidenta de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, una de las instituciones empresariales más influyentes del país. También estaba prevista una exposición de Milei ante el Argentine Business Council, en la que se buscaba avanzar en compromisos de inversión y fortalecer la presencia de capitales estadounidenses en la Argentina.

Toda esa serie de encuentros quedó, al menos por ahora, congelada. Y con su cancelación llegó la señal más contundente desde Washington: la suspensión de la visita oficial de Scott Bessent a Buenos Aires. Para funcionarios estadounidenses, se trata de una respuesta "proporcional" al sorpresivo cambio de planes del presidente argentino.

La decisión abre un nuevo capítulo en la relación bilateral y deja interrogantes sobre los próximos pasos entre ambos gobiernos, en un contexto donde la diplomacia, la economía y la política internacional se entrelazan en un escenario cada vez más sensible.