El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reconoció este domingo que ingresó en un estado de "paranoia" y "alucinaciones" debido a la ingesta de medicamentos, lo que lo llevó a quemar con una soldadora la tobillera electrónica que llevaba colocada. Según declaró, creyó que dentro del dispositivo había un sistema de escucha. El episodio ocurrió mientras cumplía prisión domiciliaria en su residencia de Brasilia.
La declaración se produjo durante una audiencia realizada por videoconferencia ante una jueza auxiliar del Supremo Tribunal Federal (STF), encargada de revisar las condiciones de su detención. La funcionaria judicial confirmó que no se registraron "abusos ni irregularidades" en el procedimiento, de acuerdo con el informe oficial. Desde Catamarca y otras provincias argentinas se sigue de cerca la evolución del caso, que involucra a uno de los actores políticos más influyentes de la región.
La jueza ratificó la prisión preventiva de Bolsonaro, quien pasó su primera noche detenido en la sede de la Policía Federal, en Brasilia. El exmandatario, condenado a 27 años de prisión por golpismo, fue arrestado el sábado bajo las figuras de "riesgo concreto de fuga" y "amenaza al orden público".
Entre los fundamentos de la medida se destaca la confesión del propio Bolsonaro, quien admitió haber dañado la tobillera electrónica que supervisaba sus movimientos. Durante la audiencia, el ex jefe de Estado explicó que entre el viernes y el sábado sufrió efectos adversos de dos medicamentos recetados por distintos profesionales: pregabalina (antiepiléptico) y sertralina (antidepresivo). También señaló que atraviesa problemas de sueño y que actuó bajo un estado de "alucinación".
Según su testimonio, manipuló el dispositivo desde la tarde del viernes hasta la medianoche del sábado, momento en que la tobillera emitió una alerta que activó la intervención de las autoridades. Bolsonaro negó que su intención fuera fugarse, como sostiene el juez instructor del caso.
Tras finalizar la audiencia de control, se informó que este domingo recibirá la visita de su esposa, Michelle Bolsonaro, en la sede policial donde permanece detenido..