Un testimonio relevante volvió a poner en el centro de la escena el caso de Nahuel Gallo, el gendarme oriundo de Catamarca detenido en Venezuela desde diciembre de 2024. Renzo, un hombre de nacionalidad peruana-estadounidense que pasó 300 días privado de su libertad en la cárcel El Rodeo 1, afirmó haberlo visto y reconocido dentro del penal, según informó el diario Los Andes.

Según relató, al principio los detenidos solo escuchaban voces sin distinguir rostros, debido a que contaban únicamente con una pequeña ventana hacia la celda de enfrente, siempre detrás de rejas. Todo cambió cuando, tras un movimiento interno, Gallo fue trasladado a la celda 22, ubicada frente a la suya. Allí pudo "verle bien la cara y reconocerlo".

El himno en plena madrugada

De acuerdo con su testimonio, Gallo se convirtió rápidamente en una figura relevante entre los internos y era considerado una "pieza clave en ese pasillo". Aun en condiciones adversas, Renzo destacó que el gendarme mantenía "un ánimo increíble" y mostraba un fuerte orgullo por su identidad argentina.

También recordó una noche en la que los detenidos, a pesar de la prohibición de los custodios de levantar la voz, decidieron cantar los himnos de sus países. "Gallo cantó el himno argentino y todos lo acompañamos. Gritamos libertad hasta que vinieron a callarnos, pero volvimos a empezar", relató.

Renzo describió su propia detención como "una película de terror" en la que "jamás vio la luz del día". Aseguró que tanto él como el resto de los internos eran víctimas de un "método sistemático del régimen venezolano" y sostuvo que no habían sido detenidos, sino "secuestrados".

Además, expresó temor por quienes continúan en prisión y reclamó que la comunidad internacional tome dimensión de lo que ocurre en Venezuela. En ese marco, pidió al presidente Javier Milei "que no pare" y que continúe exigiendo la liberación de Gallo y de los más de 800 presos políticos que, según la ONG Foro Penal, existen en ese país.

Gallo, integrante del Escuadrón 27 de Uspallata en Mendoza, fue arrestado el 8 de diciembre de 2024 cuando intentaba ingresar a Venezuela desde Colombia. Mientras el régimen lo acusa de participar en presuntas actividades "desestabilizadoras", el Gobierno argentino sostiene que solo viajaba para visitar a su pareja y a su hijo, con autorización formal de la Gendarmería. Su caso ya fue denunciado como desaparición forzada ante la OEA en octubre pasado.