La salud de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner continúa bajo estricta observación médica en el Sanatorio Otamendi de la Ciudad de Buenos Aires. Según el último parte médico oficial difundido por la institución, la evolución del cuadro clínico de la exmandataria ha encontrado un escollo habitual en cirugías de alta complejidad abdominal: el desarrollo de un íleo postoperatorio, una condición que ha obligado a los profesionales de la salud a postergar los planes de externación inmediata.
El informe médico detalla que, si bien el proceso de recuperación de la apendicitis aguda con peritonitis localizada sigue su curso, el sistema digestivo de la paciente ha presentado una ralentización en su funcionamiento. El íleo postoperatorio es una complicación frecuente en intervenciones de esta naturaleza, caracterizada por la falta momentánea de movimiento intestinal (peristaltismo), lo que impide el paso normal de alimentos y gases.
Debido a esta situación, el equipo médico informó que la exmandataria aún permanece bajo una dieta estrictamente líquida, sin haber podido progresar hacia la ingesta de sólidos. Para garantizar una recuperación segura, Kirchner continúa con tratamiento antibiótico endovenoso y mantiene el drenaje peritoneal, una medida necesaria para evacuar cualquier resto de líquido inflamatorio o infeccioso tras la peritonitis sufrida. Como dato positivo, se destacó que la paciente no ha presentado registros febriles en las últimas horas, lo que sugiere que la infección principal se encuentra controlada.
El ingreso de Cristina Kirchner al Sanatorio Otamendi se produjo el pasado sábado, luego de que el viernes comenzara a manifestar dolores abdominales agudos y persistentes. Ante la sospecha de un cuadro quirúrgico, sus médicos personales indicaron el traslado inmediato al centro de salud, donde los estudios confirmaron una apendicitis aguda complicada con peritonitis.
La intervención se realizó de urgencia para evitar una sepsis generalizada. Aunque los primeros informes posteriores a la cirugía fueron alentadores y no registraron síntomas nuevos, la aparición del íleo ha modificado los tiempos previstos. Los profesionales de la salud han sido enfáticos: la paciente permanecerá en la clínica hasta que su función intestinal se restablezca por completo y el riesgo de una nueva obstrucción o recaída infecciosa sea nulo.
El escenario judicial y la internación
Esta situación de salud tiene un impacto directo en el régimen de detención de la exjefa de Estado. Cabe recordar que la exmandataria se encontraba cumpliendo su prisión domiciliaria en su residencia de la calle San José 1111, luego de haber sido condenada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos en el marco de la causa denominada "Vialidad".
Dada la complejidad del tratamiento —que requiere aparatología para el drenaje y administración de fármacos por vía sanguínea—, el servicio sanitario no ha autorizado su retorno al domicilio. Por el momento, la custodia y el protocolo de seguridad se mantienen activos en el nosocomio, a la espera de una mejoría que permita el traslado bajo las condiciones que la justicia y la salud demanden.
¿Qué es la apendicitis con peritonitis?
Desde el punto de vista médico, el cuadro que afectó a Kirchner no fue una cirugía menor. La apendicitis ocurre cuando el apéndice cecal se inflama y se llena de pus. Si no se interviene quirúrgicamente de forma precoz, el órgano puede perforarse (romperse), liberando bacterias y materia fecal en la cavidad abdominal.
Esa filtración provoca la peritonitis, que es la inflamación del peritoneo. Se trata de una emergencia médica que puede derivar en una falla multiorgánica si no se trata con una limpieza quirúrgica profunda y antibióticos de amplio espectro, tal como se está procediendo en este caso. El pronóstico de la expresidenta sigue siendo reservado en cuanto a plazos, supeditado estrictamente a su respuesta clínica diaria.