El Gobierno nacional decidió desplazar a un diplomático argentino que se desempeñaba en la Embajada de la República Argentina en Siria, luego de que se difundiera en redes sociales una captura de pantalla en la que el funcionario aparecía interactuando con una publicación de contenido crítico hacia el Estado de Israel. La medida incluyó el regreso inmediato del agente al país y la apertura de un sumario administrativo para determinar eventuales responsabilidades.
La decisión fue confirmada por el canciller Pablo Quirno, quien ordenó el traslado inmediato de Alejandro Emanuel Calloni, hasta ahora jefe de la Sección Consular y Comercial de la representación diplomática argentina en territorio sirio. Según trascendió, la sanción se adoptó tras la viralización de una imagen en la que se observaba un "me gusta" del funcionario a un posteo de Instagram que hacía referencia a la supuesta gestación de un ataque contra Israel.
El propio titular del Palacio San Martín informó la resolución a través de su cuenta oficial en la red social X, donde precisó que instruyó el inicio de las actuaciones administrativas correspondientes y el retorno inmediato del diplomático a la Argentina. Desde la Cancillería remarcaron que el accionar del funcionario resulta incompatible con los lineamientos de la política exterior del país y con los deberes de neutralidad y prudencia que rigen la conducta de los representantes del servicio exterior.
Alejandro Emanuel Calloni se desempeñaba como cónsul en la Embajada Argentina en Siria desde septiembre de 2023. De acuerdo con su trayectoria profesional, con anterioridad había ocupado el cargo de cónsul de Tercera Clase en el ámbito de la Cancillería entre enero de 2022 y noviembre de 2023, y fue becario del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN) entre 2020 y fines de 2023. Es licenciado en Historia por la Universidad de Buenos Aires y cuenta además con una licenciatura en Relaciones Internacionales y Asuntos Exteriores por la Universidad Nacional de Lanús.
Hasta el momento, Calloni no realizó declaraciones públicas respecto de la medida adoptada en su contra ni sobre la interacción en redes sociales que motivó su desplazamiento. Sus perfiles personales en plataformas digitales permanecen cerrados o con acceso restringido, lo que impide conocer su posición oficial frente a la acusación.
El episodio se produjo en un contexto diplomático sensible y se conoció pocos días después de que el canciller argentino agradeciera públicamente a su par israelí, Gideon Sa'ar, por el respaldo expresado a la posición argentina en relación con la actividad de la empresa petrolera Navitas Petroleum en las Islas Malvinas. La compañía, de origen israelí y con sede operativa en el Reino Unido, anunció recientemente el inicio de tareas de exploración y explotación offshore en una zona del Atlántico Sur cuya soberanía es reclamada por la Argentina.
Desde el Gobierno nacional aclararon que, más allá del respaldo diplomático recibido, la postura argentina se mantiene firme en cuanto a la ilegitimidad de explotar recursos naturales en un territorio en disputa. En ese sentido, reiteraron que la cuestión de las Islas Malvinas debe resolverse exclusivamente por la vía del diálogo y la negociación pacífica, en consonancia con las resoluciones de las Naciones Unidas y los principios del derecho internacional.
Fuentes oficiales subrayaron que el desplazamiento del diplomático responde a la necesidad de preservar la coherencia de la política exterior argentina y evitar expresiones individuales que puedan ser interpretadas como posicionamientos oficiales del Estado. El sumario administrativo permitirá evaluar si existieron faltas disciplinarias y determinar las sanciones que pudieran corresponder, en el marco de la normativa vigente que regula la conducta del personal del servicio exterior.
