El triple femicidio sacude la campaña: Milei ajusta su estrategia mientras una encuesta preocupa al círculo rojo
El Presidente regresó al país tras recibir respaldo en Estados Unidos, pero en Olivos reconocen que el crimen de Florencio Varela y la caída en los niveles de satisfacción social marcan la agenda política de las próximas semanas. El Gobierno busca mostrar cohesión y abrir el diálogo con el Congreso.

Javier Milei llegó este viernes por la mañana a Buenos Aires y se recluyó en la quinta de Olivos tras un viaje a Estados Unidos donde sólo recibió señales positivas. La euforia que transmitió la comitiva oficial reflejó el alivio que sintió el Presidente luego de semanas críticas para su Gobierno. "Consiguió que los del mercado vean que atrás de él está parado Mike Tyson", graficó Martín Lousteau, en referencia al apoyo del Tesoro norteamericano.

Sin embargo, esa sensación de oxígeno choca con una preocupación concreta: en Olivos admiten que las próximas cuatro semanas no alcanzan para revertir la insatisfacción social que muestran los sondeos. La última encuesta de la Universidad de San Andrés reveló que el 66% de los argentinos está disconforme con la situación del país. Además, el 45% manifestó sentir "incertidumbre" sobre el futuro, mientras que sólo un 24% se mostró "optimista" y un 22% directamente "pesimista".

El dato más sensible: el 56% cree que Milei debe negociar su agenda con el Congreso, frente a un 50% que opina que el Parlamento debería cooperar con el Presidente. En paralelo, desde Washington llegó la advertencia de que la aprobación de reformas estructurales en lo laboral y fiscal será clave para sostener el apoyo financiero.

En la Casa Rosada, la coordinación electoral no se detuvo. Pilar Ramírez, referente libertaria en Ciudad, encabezó reuniones de organización nacional, mientras Santiago Caputo y Karina Milei buscan mostrar cohesión. Guillermo Francos, ministro del Interior, explora acuerdos con gobernadores y acerca posiciones con el PRO, aunque Mauricio Macri mantiene la distancia hasta después de octubre.

El crimen que sacudió la campaña

La masacre de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (21) y Lara Gutiérrez (15) en Florencio Varela se convirtió en un factor inesperado de la campaña. El triple femicidio, transmitido en vivo por Instagram y vinculado al narcotráfico, expuso la degradación social en los barrios más vulnerables del Conurbano.

Un especialista en criminalidad narco describió el caso como inédito por la saña, la transmisión en vivo y la elección de mujeres como víctimas. En paralelo, curas villeros advierten desde hace años sobre el deterioro social: hogares monoparentales, mujeres víctimas de abusos, consumo problemático y jóvenes empleados por células narco cada vez más violentas.

La investigación apunta a un líder narco peruano conocido como "Pequeño J", señalado como autor intelectual del crimen. La Bonaerense detuvo a cuatro sospechosos, entre ellos un matrimonio acusado de "limpiar" escenas de asesinatos vinculados al narcotráfico. El caso quedó a cargo del fiscal Carlos Arribas, especializado en homicidios complejos.

El abuelo de Brenda y Morena, Antonio, sintetizó el dolor de las familias durante los velatorios: "A veces no alcanza para comer. Ahora camino con la remera que pide justicia por mis nietas. Todavía no pude llorarlas".

El triple femicidio no sólo expuso la violencia narco, sino que también se instaló en la campaña electoral como un recordatorio brutal de la fragilidad del tejido social y la ausencia del Estado en los territorios más golpeados.