Una fuga de 17 presos en una comisaría del barrio de Liniers ha generado una crisis en la Policía de la Ciudad. Este suceso, ocurrido en la Alcaldía N°9, ubicada en la calle Gana al 400, ha provocado la remoción de la cúpula policial y la implementación de medidas urgentes por parte de las autoridades porteñas.
El escape en detalle: cómo lograron fugarse 17 presos
La fuga ocurrió cuando los presos, distribuidos en dos pabellones, realizaron un boquete en una pared de ladrillo hueco de aproximadamente 30 centímetros de diámetro. En el lugar se encontró un hierro puntiagudo que habría sido utilizado para perforar la pared, lo que permitió la masiva huida.
Según informaron fuentes policiales, los 17 evadidos incluyen once argentinos y seis ciudadanos chilenos. La mitad de los fugitivos tiene domicilio en la provincia de Buenos Aires, mientras que cinco se encontraban cumpliendo condena en dependencias de la Ciudad de Buenos Aires.
Actualmente, la Policía de la Ciudad lleva a cabo un operativo cerrojo y despliega brigadas de investigación con el objetivo de recapturar a los evadidos.
Repercusiones en la Policía: cambios en la cúpula y medidas inmediatas
La fuga generó una rápida reacción del Gobierno de la Ciudad, que decidió remover a la cúpula policial. El jefe de la Policía, Pablo Kisch, y su subjefe, Jorge Azzolina, fueron reemplazados por los comisarios generales Diego Casaló y Carla Mangiameli, respectivamente. Además, el director de Alcaidías también fue relevado de su cargo.
El ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff, anunció la medida tras reunirse con el jefe de Gobierno, Jorge Macri. También confirmó que se iniciará una investigación exhaustiva en conjunto con el Fiscal General, Juan Mahiques, para determinar responsabilidades dentro de la fuerza policial.
Nuevas acciones para evitar futuras fugas
Entre las medidas implementadas, la División Unidad Táctica de Intervenciones en Alcaidías (DUTIA) intensificará las requisas y los controles internos en todas las dependencias policiales. Por su parte, los Ministerios de Seguridad de la Ciudad y de la Nación, junto con la Policía Federal, trabajan de manera coordinada para dar con los fugitivos.
La situación también ha puesto en debate la capacidad de las instalaciones policiales para albergar a detenidos. Expertos en seguridad coinciden en que es crucial revisar las condiciones de las alcaidías y fortalecer los sistemas de vigilancia para evitar nuevos episodios.
Impacto y próximos pasos
Este episodio subraya la necesidad de una revisión integral de los protocolos de seguridad en las alcaidías porteñas. La remoción de la cúpula policial es solo el primer paso de un proceso que deberá incluir mejoras en infraestructura, capacitación del personal y fortalecimiento de la coordinación entre fuerzas de seguridad.
Las autoridades han asegurado que continuarán informando sobre los avances en la búsqueda de los evadidos y en la investigación interna. La población permanece atenta a las acciones del Gobierno de la Ciudad para garantizar la seguridad en los barrios afectados.