La Libertad Avanza (LLA) y el PRO oficializarán en los próximos días la conformación de un interbloque en la Cámara de Diputados, una jugada política que reconfigura la correlación de fuerzas en el Congreso y otorga al oficialismo la primera minoría parlamentaria. Con 115 legisladores en total —81 de LLA y 24 del PRO—, el Gobierno busca afianzar su poder legislativo y allanar el camino para aprobar las reformas estructurales que impulsa el presidente Javier Milei

La decisión se gestó tras una reunión entre el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, y el jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo, donde se terminaron de delinear los términos del acuerdo. Según fuentes parlamentarias consultadas por la agencia Noticias Argentinas, el entendimiento permitirá a ambos espacios controlar las comisiones clave y recuperar la presidencia de esos cuerpos, un factor decisivo para garantizar la sanción de leyes y proyectos de gobierno.

En el encuentro, Ritondo confirmó que no tiene intenciones de disputar la presidencia de la Cámara, cargo que continuará en manos del riojano Menem. Su foco, según trascendió, estará en contener a las distintas facciones internas del PRO, que en los últimos meses mostraron señales de fragmentación.

Dentro del bloque macrista persisten tensiones entre los sectores alineados con Patricia Bullrich y los referenciados en el presidente del PRO bonaerense, que se disputan el liderazgo partidario. Un grupo de legisladores cercanos a Bullrich —encabezados por Damián Arabia— impulsaba la creación de una bancada paralela dentro del interbloque, pero esa posibilidad parece haberse frenado tras la intervención directa de la ministra de Seguridad, que trabaja junto a Ritondo para preservar la cohesión del espacio.

En paralelo, se definió que Diego Santilli, recientemente reelecto como diputado, mantendrá un perfil bajo en el Congreso. El ex vicejefe de Gobierno porteño planea concentrarse en su proyecto político de largo plazo: ser candidato a gobernador bonaerense en 2027.

El oficialismo, por su parte, espera sumar más aliados cuando se conozcan los resultados definitivos de las elecciones en Ciudad de Buenos Aires y Santa Cruz, donde aún restan definiciones. De confirmarse esas bancas, el interbloque podría superar los 115 escaños, consolidando así su peso dentro del recinto.

En ese esquema, la estrategia de La Libertad Avanza apunta también a sumar apoyos entre otros espacios legislativos. Según fuentes cercanas al Gobierno, se busca contar con los seis diputados radicales alineados con los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza) y Leandro Zdero (Chaco), además de un legislador entrerriano y la bonaerense Karina Banfi, de perfil dialoguista.
También se espera el acompañamiento de bloques menores, como Innovación Federal, Libertad y Futuro y parte de Provincias Unidas, que reuniría cerca de 17 legisladores provenientes de distintas provincias: dos de la Ciudad de Buenos Aires, seis cordobeses, tres santafesinos, dos jujeños, dos bonaerenses, un correntino y un santacruceño.

El panorama parlamentario sigue siendo dinámico, y dentro del Congreso aún se observa incertidumbre respecto a la postura que adoptarán los diputados vinculados a los gobernadores peronistas de Catamarca (Raúl Jalil), Tucumán (Osvaldo Jaldo) y Santiago del Estero, identificados con el kirchnerismo federal.

Con este interbloque, Milei y su entorno más cercano confían en que la Cámara de Diputados dejará de ser un terreno de bloqueo y pasará a convertirse en un espacio de gobernabilidad, clave para avanzar con las reformas económicas, institucionales y fiscales que integran la agenda oficial.

El nuevo armado legislativo no sólo le da oxígeno al oficialismo, sino que también redefine los equilibrios internos del PRO, que busca reposicionarse como socio principal del proyecto libertario y mantener su influencia dentro del Congreso en un contexto político cada vez más competitivo.