La vicepresidenta de la Nación y presidenta del Senado, Victoria Villarruel, volvió a protagonizar este jueves un fuerte cruce público en la red social X con Nicolás Márquez, escritor y biógrafo del presidente Javier Milei, luego de que este la cuestionara de manera directa por el presupuesto asignado a la Cámara alta.
El intercambio se originó a partir de una publicación que replicaba declaraciones recientes de Villarruel, en las que advertía que las arcas del Senado podrían entrar en déficit si el Poder Ejecutivo no actualizaba las partidas presupuestarias necesarias para garantizar su funcionamiento. Según había señalado la Vicepresidenta, la falta de actualización de los fondos comprometería gastos operativos básicos del cuerpo legislativo.
En ese contexto, Márquez respondió al mensaje con una crítica de tono agresivo, que rápidamente generó repercusión en redes sociales. "Que deje de contratar villeros marginales con sueldos muy por encima de los que estos lúmpenes valen", escribió el biógrafo presidencial, en un posteo que fue ampliamente cuestionado por su contenido discriminatorio y descalificador.
La respuesta de Villarruel no tardó en llegar y se expresó en términos irónicos y contundentes. "No deja de llorar ni en Navidad este señor extrañamente rubio. Qué existencia más triste debe tener. Rezo por él y por todos los que sufren y hacen sufrir a otros", escribió la titular del Senado, en un mensaje que rápidamente se viralizó y acumuló miles de interacciones.
Lejos de dar por cerrado el cruce, la Vicepresidenta profundizó su postura con un segundo mensaje, en el que cuestionó el tono de las críticas y apuntó contra lo que definió como prácticas habituales en las redes sociales. "Rezo por los que por una limosna insultan, injurian y llenan de odio las redes. Y ya que estamos, que Dios los ilumine para no exigir cosas que no dependen de mí, dado que las que sí, las estoy haciendo", sentenció.
El intercambio expuso, una vez más, las tensiones latentes dentro del universo político que rodea al Gobierno nacional, en particular entre figuras cercanas al presidente Milei y la vicepresidenta Villarruel, cuya relación ha mostrado diferencias en distintos momentos del año. Aunque Márquez no ocupa un cargo formal en la administración nacional, su cercanía con el mandatario y su rol como biógrafo lo convierten en una voz con peso simbólico dentro del oficialismo libertario.
Desde el entorno del Senado remarcan que el reclamo por la actualización presupuestaria responde a necesidades administrativas concretas, vinculadas al funcionamiento diario de la Cámara, el pago de salarios y el sostenimiento de servicios esenciales. En ese sentido, Villarruel ha insistido en que su planteo no busca confrontar con el Ejecutivo, sino advertir sobre una situación que podría afectar el normal desarrollo de la actividad parlamentaria.
El cruce también reavivó el debate sobre el uso de las redes sociales como escenario de confrontación política, un rasgo distintivo de la actual gestión, y sobre los límites del discurso público, especialmente cuando incluye expresiones estigmatizantes o agravios personales.
Mientras tanto, el episodio continúa generando repercusiones en el ámbito político y mediático, y vuelve a poner en foco el delicado equilibrio interno del oficialismo, en un contexto marcado por el ajuste fiscal, la discusión presupuestaria y un clima de alta polarización discursiva.