Villarruel apuntó contra la ideología de género: "El que esté a favor, es un degenerado"
La vicepresidenta reposteó una noticia sobre una persona que se autopercibió mujer tras ser denunciada por violencia de género. En la cárcel, violó y embarazó a otra presa.

La política argentina se encuentra en el ojo del huracán tras las recientes declaraciones de Victoria Villarruel, una figura prominente en el ámbito político, quien ha manifestado su fuerte oposición a la ideología de género. En su discurso, Villarruel utilizó términos contundentes y provocativos que han desatado un intenso debate en la sociedad, creando un escenario donde la defensa de los valores tradicionales y los derechos de género chocan.

 

La ideología de género en el centro del debate

 

Victoria Villarruel, actual diputada y candidata a la vicepresidencia, ha criticado abiertamente la ideología de género, argumentando que quienes apoyan esta postura son "degenerados". Este tipo de lenguaje no solo ha generado controversia, sino que también ha puesto de manifiesto las divisiones en la opinión pública respecto a la educación y la inclusión de la diversidad de género. Villarruel plantea que la ideología de género atenta contra los valores familiares tradicionales y contra lo que ella considera la "naturaleza" del ser humano. En su discurso, la política resalta la importancia de preservar lo que llama "la esencia de la familia", un argumento que resuena con un sector de la población que se siente amenazado por los cambios en las normas sociales.

El posteo de Victoria Villarruel en X contra la ideología de género.

La vicepresidenta hizo referencia a un caso que se conoció este lunes ocurrido en el Establecimiento Penitenciario 3 de Córdoba. Allí, una mujer trans llamada Gabriela Fernández, que adoptó esa identidad tras ser denunciada por violencia de género contra una pareja, fue acusada de abusar sexualmente de otra interna, quien habría quedado embarazada. El hecho ocurrió en el Pabellón de Mujeres de la institución.

Según un fallo de la Cámara de Acusación de Córdoba, "la imputada fue condenada por delitos vinculados a violencia de género, antes de su autopercepción como mujer". "Ya en ese carácter, logró ser trasladada a un establecimiento exclusivo para mujeres, lugar donde cometió varios delitos vinculados a la violencia de género, siendo todas sus víctimas, claro está, mujeres que mantenían con Fernández una relación de pareja. Una vez en libertad, surge confusamente que formula denuncias contra su pareja del momento adoptando su anterior identidad (masculina). Otras parejas de ese lapso en libertad también la denunciaron por hechos vinculados a violencia de género", agregó el tribunal.

Luego, tras "desplegar una larga serie de delitos contra una última pareja mujer, Fernández fue detenida y alojada nuevamente en el EP3, de donde las autoridades penitenciarias solicitaron su traslado por la acumulación de numerosas sanciones disciplinarias. Fernández fue acusada de haber abusado sexualmente de una compañera (violación), que supuestamente estaría embarazada de Fernández, por lo que actualmente se ha solicitado un nuevo traslado a los fines de garantizar la seguridad de su víctima", advierte el texto judicial.

 

Reacciones de la sociedad civil y otros líderes

 

Las declaraciones de Villarruel han suscitado respuestas tanto de apoyo como de crítica. Grupos a favor de los derechos de género han expresado su indignación, acusando a la política de fomentar la discriminación y el odio. Desde organizaciones no gubernamentales hasta figuras públicas, muchos han hecho un llamado a la necesidad de un diálogo respetuoso sobre la diversidad en lugar de fomentar la polarización. Por otro lado, seguidores de Villarruel han aplaudido su valentía al expresar una postura que, según ellos, defiende la familia y los valores tradicionales. Este fenómeno pone de relieve la creciente fractura en la sociedad argentina respecto a la temática de género, donde cada lado se siente cada vez más arraigado en sus creencias.

El debate sobre la ideología de género es crucial en la Argentina actual. En un país donde la diversidad y la inclusión han ganado terreno en los últimos años, las opiniones encontradas sobre este tema subrayan la necesidad de un diálogo abierto y constructivo. La polarización puede desviar la atención de los problemas reales que enfrentan las comunidades marginadas y dificultar el avance hacia una sociedad más equitativa. Villarruel, con su estilo directo y provocador, ha logrado captar la atención de los medios y del público, pero es fundamental que esta atención se traduzca en un análisis profundo de las cuestiones en juego. La educación y el respeto por la diversidad son temas que merecen ser discutidos sin caer en ataques personales o en descalificaciones.