La anemia ferropénica continúa siendo uno de los principales desafíos de la salud infantil y materna, especialmente durante los primeros años de vida. En ese marco, el Ministerio de Salud de la provincia, a través de su equipo de profesionales, informó a la comunidad que se encuentra garantizada la provisión de sulfato ferroso en todos los centros de salud, como parte de una estrategia integral orientada a la prevención, detección y tratamiento de esta enfermedad.

Desde la cartera sanitaria remarcaron que el acceso al suplemento es gratuito y universal, y está destinado tanto a niños y niñas como a mujeres embarazadas, dos de los grupos más vulnerables frente a la deficiencia de hierro. La disponibilidad del medicamento busca reforzar las políticas públicas de cuidado temprano y evitar complicaciones que pueden tener impacto en el desarrollo físico y cognitivo.

La anemia ferropénica es una enfermedad provocada por la falta de hierro en el organismo, un mineral esencial para la producción de hemoglobina y el adecuado transporte de oxígeno en la sangre. Según explicaron los especialistas, esta condición está directamente relacionada con una alimentación insuficiente o desequilibrada, especialmente cuando no se incorporan de manera oportuna alimentos ricos en hierro.

En la infancia, uno de los factores determinantes es la introducción tardía de alimentos con alto contenido de hierro, sumada a la escasa frecuencia de consumo. Esta situación convierte a la anemia en una de las patologías más comunes durante los primeros años de vida, con consecuencias que pueden extenderse en el tiempo si no se aborda de manera temprana.

Por ese motivo, los profesionales de la salud hacen especial hincapié en la importancia de los controles médicos periódicos. A través de una consulta clínica y la solicitud de un estudio de sangre, el médico puede determinar la existencia de déficit de hierro y establecer el tratamiento adecuado según cada caso. La detección precoz resulta clave para evitar cuadros más severos y garantizar un crecimiento saludable.

Entre los síntomas más frecuentes de la anemia, se encuentran la palidez, el decaimiento general, los mareos, la disminución de la capacidad de concentración, la taquicardia y el cansancio persistente. En los niños y niñas, estos signos pueden manifestarse también a través de bajo rendimiento escolar, irritabilidad o falta de energía para actividades cotidianas.

En cuanto al tratamiento, desde el Ministerio de Salud recordaron que la suplementación con sulfato ferroso, tanto en su presentación pediátrica como para adultos, se encuentra disponible en todos los centros de salud de la provincia. No obstante, subrayaron que su uso debe cumplir con una serie de recomendaciones fundamentales para asegurar su eficacia.

El suplemento debe administrarse siempre bajo indicación médica, respetando la dosis prescripta. Es fundamental tomar la cantidad indicada todos los días y sin interrupciones, ya que la continuidad del tratamiento es clave para recuperar los niveles adecuados de hierro. Además, se sugiere iniciar la suplementación a partir de los dos meses de vida, en los casos en que el profesional lo considere necesario.

Otro punto importante es el modo de consumo: se recomienda ingerir el sulfato ferroso separado de la leche, aproximadamente con una hora de diferencia, para favorecer su correcta absorción. Estas pautas forman parte de un abordaje integral que combina suplementación, seguimiento médico y educación alimentaria.

Desde el sistema de salud provincial reiteraron el llamado a las familias para que acudan a los controles de rutina, consulten ante la presencia de síntomas y aprovechen los recursos disponibles. La anemia ferropénica es prevenible y tratable, y su abordaje temprano resulta clave para garantizar el bienestar y el desarrollo pleno de la población infantil.