El histórico paseo de la Ciudad catamarqueña, escenario de grandes e histórico eventos, se inauguró un 3 de febrero de 1.859. La tradicional Alameda fue una obra del arquitecto Luis Caravatti, durante el primer gobierno de Octaviano Navarro.

En el paseo reposa una gran corona, réplica exacta, a gran escala, en hierro forjado, de la de oro con la que se coronó a Nuestra Señora del Valle, como Limpia y Pura Concepción del Valle. La réplica de la corona fue colocada allí en el centenario de la Coronación el 12 de abril de 1991.

El Paseo de la Alameda es el lugar de encuentro de la sociedad catamarqueña a la largo del tiempo. El lago planteado por el afamado arquitecto servía, también, para proveer racionalmente el agua a las fincas que se encontraban en los corazones de manzana de la cuadrícula urbana.