Apareció en la costa un zifio, uno de los cetáceos más enigmáticos del mundo
El ejemplar, un macho juvenil de más de cuatro metros, varó en San Clemente del Tuyú. Especialistas de la Fundación Mundo Marino desplegaron un operativo nocturno para reintroducirlo al mar, pero el animal fue hallado sin vida al día siguiente.

Un inusual episodio de fauna marina se registró el martes pasado en San Clemente del Tuyú, donde apareció un zifio, uno de los cetáceos menos conocidos y más esquivos del planeta. Se trata de una especie de mar abierto cuya presencia cerca de la costa resulta excepcional. A partir del hallazgo, la Fundación Mundo Marino desplegó un operativo nocturno de rescate para asistir al animal y lograr su reintroducción al océano. Pese a los esfuerzos realizados durante varias horas, el ejemplar fue encontrado sin vida a la mañana siguiente, presuntamente como consecuencia de un cuadro de neumonía.

Según informaron desde la fundación, el aviso por el varamiento se recibió alrededor de las 19.30 del martes, cuando los integrantes del equipo de rescate se encontraban fuera de su horario habitual de trabajo. De inmediato se activó el protocolo de emergencia y el grupo se organizó en dos frentes: mientras una parte del equipo se dirigió a la playa céntrica de San Clemente para evaluar el estado del cetáceo, el resto se encargó de preparar el equipamiento necesario en el Centro de Rescate.

Al llegar al lugar, los especialistas comenzaron las maniobras de asistencia. Se trataba de un zifio macho, juvenil, de 4,32 metros de longitud y un peso estimado de una tonelada, lo que convirtió al operativo en una tarea especialmente compleja. Las condiciones de trabajo no eran sencillas: la baja visibilidad nocturna y el tamaño del animal exigieron un esfuerzo físico considerable y una coordinación permanente del equipo.

Durante varias horas, los rescatistas intentaron reintroducir al zifio en el mar y evitar que regresara a la costa. Sin embargo, el animal mostraba un comportamiento preocupante: realizaba movimientos circulares y volvía de manera reiterada hacia la playa, incluso después de atravesar la rompiente. Según explican los especialistas, este tipo de conducta suele observarse en cetáceos que atraviesan cuadros clínicos graves al quedar varados.

"El animal salía varias veces hacia el mar, pero al pasar la rompiente volvía de manera sistemática. Ese comportamiento nos indicaba que el cuadro era delicado. Aun así, seguimos intentando ayudarlo, sosteniéndolo, reflotándolo y dándole tiempo para que pudiera recuperarse y salir nadando por sus propios medios", explicó Sergio Rodríguez Heredia, responsable del Centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino.

Las tareas de asistencia se extendieron hasta cerca de las 21, cuando la falta de luz natural obligó a suspender el operativo por razones de seguridad. Para ese momento, el zifio ya se había alejado mar adentro, por lo que el equipo se retiró de la zona.

Durante la recorrida de monitoreo realizada a la mañana siguiente, el animal fue hallado sin vida en las inmediaciones del lugar donde había sido asistido. El desenlace generó pesar entre los rescatistas, que destacaron el esfuerzo realizado durante la noche anterior.

"Es una pena que el animal no haya logrado sobrevivir, pero estamos conformes con el trabajo realizado. Cada individuo importa, y el hecho de intentar o no puede marcar la diferencia para que un animal tenga una segunda oportunidad. Sabemos que la muerte forma parte del ciclo natural, pero siempre vamos a estar presentes cuando exista la posibilidad de ayudar", señaló Rodríguez Heredia.

El veterinario Juan Pablo Loureiro explicó que en la Argentina los varamientos de zifios vivos son eventos extremadamente raros. Desde 1987, la Fundación Mundo Marino tiene registrados apenas cuatro casos, la mayoría de ellos en el sur del país, lo que refuerza la excepcionalidad del episodio ocurrido en la costa bonaerense.

El cuerpo del animal fue trasladado al Centro de Rescate para la realización de una necropsia. Las muestras obtenidas fueron enviadas a distintos laboratorios de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata, donde los análisis preliminares señalaron la presencia de neumonía y una alta carga parasitaria gastrointestinal como posibles causas principales del fallecimiento.

El zifio pertenece a la familia Ziphiidae y habita principalmente en mar abierto, donde es capaz de alcanzar profundidades extremas para alimentarse de calamares y peces. Se trata de una especie poco estudiada, ya que pasa escaso tiempo en la superficie y vive muy lejos de la costa, lo que vuelve a estos varamientos especialmente valiosos desde el punto de vista científico.

A nivel global se reconocen más de 20 especies de zifios, muchas de ellas con características externas muy similares. Por ese motivo, la identificación precisa de la especie suele requerir estudios más detallados, ya que no puede determinarse únicamente a partir de la observación en el lugar del varamiento.