Los gatos son los compañeros ideales para quienes buscan una conexión especial con su mascota sin renunciar a su autonomía. Es que estos felinos demuestran una gran fortaleza a lo largo de su vida, pero en sus últimos días de vida hay ciertos cambios de actitud que pueden requerir cuidados especiales.
Lo ideal en esta situación es ofrecerles un entorno lleno de tranquilidad, cariño y comprensión. Cuando un gato vive sus últimos días, comienzan a manifestarse ciertas señales que pueden sugerir que están acercándose al final de su ciclo de vida. Por ejemplo: modificaciones en sus hábitos alimenticios, alteraciones en su comportamiento habitual, dificultades en su movilidad y una mayor inclinación hacia el aislamiento. Reconocer y comprender estos indicios es esencial para poder ofrecerles un entorno lleno de calma, afecto y los cuidados necesarios que les permitan transitar esta etapa de la mejor manera posible.
El sitio web especializado ExpertoAnimal destacó las señales más importantes a tener en cuenta cuando un gato se está por morir. Estas alertas, aunque pueden variar de un felino a otro, sirven como indicativos claves de que el animal requiere atención especial.
Los síntomas que indican que un gato está en la recta final de su vida
- Cambios en su personalidad. Los gatos pueden volverse más irascibles, miedosos o retraídos cuando se sienten mal. Si tu gato normalmente es sociable y de repente se aísla o se muestra más agresivo, podría estar indicando que algo no anda bien con su salud. Esto puede ser clara señal de dolor o malestar.
- Deja de acicalarse. Los gatos, cuando están por morir, cambian sus hábitos de higiene. El acicalamiento es una actividad importante para estos felinos, y si dejan de hacerlo, puede ser una señal de que están demasiado débiles o enfermos para eso. Esto podría ser causado por un dolor físico, como artritis, o por una enfermedad que les afecta el nivel de energía.
- Se alteran sus signos vitales. Un cambio en la frecuencia cardíaca, respiratoria o en la temperatura corporal puede ser una señal de que tu gato está gravemente enfermo. En el caso de notar que respira de forma más rápida o superficial, o que su ritmo cardíaco es irregular, es esencial llevarlo al veterinario lo antes posible.
- Baja su temperatura. Los gatos tienen una temperatura corporal promedio de 38°C. Si su temperatura baja considerablemente (por debajo de 37°C), esto puede ser indicativo de un problema grave, como una infección generalizada o un fallo orgánico. Esto puede ser especialmente peligroso en gatos mayores.
- No comen. La pérdida de apetito es una de las señales más comunes de que un gato no está bien. Puede estar asociado con enfermedades gastrointestinales, infecciones, dolor o incluso enfermedades terminales.
- Pierden peso. La pérdida de peso rápida es un signo preocupante, ya que puede indicar enfermedades graves, como cáncer, insuficiencia renal o problemas metabólicos. Si se ve que el gato pierde peso rápidamente o que sus costillas o huesos se sienten más prominentes, es importante consultar con un veterinario.
Señales de que un gato está por morir
En la última etapa de sus vidas, muchos gatos suelen acercarse mucho más a sus dueños, demostrándoles su afecto con caricias. Sin embargo, otros gatitos pueden aislarse cuando se sienten mal, ya que esto depende de la personalidad de cada animal. En caso de notar que busca refugio en lugares oscuros o tranquilos y evita el contacto con las personas u otros animales, podría estar experimentando dolor o malestar.
Finalmente el mal aliento persistente, especialmente si es nauseabundo, puede ser señal de infecciones dentales, problemas renales o enfermedades metabólicas graves. En gatos mayores, esto puede ser indicativo de insuficiencia renal o diabetes, condiciones que requieren tratamiento inmediato.