Este domingo la Diócesis de Catamarca celebró la acción de gracias por los diez años del inicio del Pontificado del Papa Francisco, en la Catedral Basílica y Santuario del Santísimo Sacramento y de la Virgen del Valle. La Santa Misa fue presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, y concelebrada por los presbíteros Gustavo Flores y Ramón Carabajal, rector y capellán de la Catedral Basílica y Santuario mariano, respectivamente; Ángel Nieva, párroco de San Antonio de Padua; y Sebastián Vallejo, sacerdote de la comunidad Fasta Catamarca.
Los fieles se dieron cita en el templo catedralicio para celebrar este feliz acontecimiento eclesial en comunión con el Santo Padre y la Iglesia en el mundo; y muchos otros pudieron hacerlo a partir de la transmisión a través de las redes sociales de la Catedral y del Obispado.
Durante su homilía, Mons. Urbanč expresó: “En este cuarto domingo de Cuaresma, día de San José, cuya fiesta solemne se pasa para mañana por ser hoy domingo, queremos celebrar esta Misa en comunión con el Santo Padre Francisco, quien asumió como Obispo de Roma y por ende Papa, un 19 de marzo. Él quiso hacerlo el día de San José, fue elegido el 13 y quiso que su toma de posesión fuera el 19 porque le tiene una gran devoción a San José, y espero que la tengamos también nosotros”.
San José y el Papa
En alusión a la figura de San José, dijo que “le llamamos padre de la providencia, padre de la buena muerte, y la devoción de los cristianos le ha confiado muchas cosas a San José. Entonces le pedimos que siga cuidando al Santo Padre Francisco”. Luego mencionó la frase que se refiere a “la figura, del rol que tiene el Papa” y “que dice: 'Donde está Pedro, ahí está la Iglesia'. Esto implica que nosotros tenemos que vivir en una comunión afectiva y efectiva con el Santo Padre”. Por ello, “le vamos a pedir a San José que estemos estrechamente en comunión con el Santo Padre, quien nos está invitando a ser esa Iglesia en salida, una Iglesia que sea samaritana, una Iglesia que se convierta en un hospital de campaña socorriendo a tantos heridos por la vida, una Iglesia sinodal. Esto nos propone el Papa”.
Luego de la bendición final, el Obispos, los sacerdotes concelebrantes y los fieles en presentes en la ceremonia litúrgica saludaron a la Madre de Valle con el canto.
